Más allá de su pasión por el periodismo, desde que Mario Massaccesi se convirtió el coach ontológico transforma ciertas situaciones que en el pasado lo habrían lastimado e incomodado en fortaleza. Contento por haber encontrado su otro camino, charló sobre su pleno presente y también contó cómo afronta el dolor.
En una entrevista con Clarín, le preguntaron cómo hace para vivir con plenitud pese a las circunstancias angustiantes que no dependen de uno. Reflexivo, el periodista y coach dio una sabia respuesta.
"La felicidad se pone a prueba todo el tiempo, porque si no es una ilusión óptica. Las cosas van a pasar. A mí me mataron un sobrino. El pibe (Valentino) Blas Correas, de Córdoba. Por supuesto que me dolió y voy a seguir luchando, pero los policías que lo mataron no van a empañar mi felicidad", expresó.
"La felicidad se pone a prueba todo el tiempo, porque si no es una ilusión óptica. Las cosas van a pasar. A mí me mataron un sobrino. El pibe (Valentino) Blas Correas, de Córdoba. Por supuesto que me dolió y voy a seguir luchando, pero los policías que lo mataron no van a empañar mi felicidad".
Además, explicó qué es para él la felicidad. "Mi felicidad es el motor para acompañar a la mamá, abrazarla y plantarse para pedir justicia. Ser feliz no es andar todo el tiempo a carcajadas, sino ponerle luz a tu vida cuando esta se corta", sentenció.
El sobrino de Mario fue asesinado en Córdoba, a los 17 años, por un policía. El brutal caso de gatillo fácil se dio luego de que el joven, aparentemente, evadiera un control policial.