Hombre de mil amores, Cacho Castaña tuvo en su haber una larga lista de romances. Su última compañera, quien lo acompañó hasta el final de su vida, fue la psicóloga Marina Rosenthal (43). El cantante, fallecido este martes a los 77 años, conoció a la marplatense en 2008, aunque la relación comenzó recién en 2012.
Los 34 años de diferencia de la pareja no fueron un escollo para tomar la decisión de sellar su amor ante la ley y, el 31 de agosto de 2016, Cacho y Marina se convirtieron en marido y mujer. “Solo pensé que ella se merecía que le propusiera ser mi esposa”, explicó Castaña, antes de la boda en la revista Gente.
“Siempre amé, pero es la primera vez que me sobrepasa lo que me devuelven del otro lado. Me siento amado. Quizás antes no me di cuenta que me amaban o no me amaban pero a los 74 años, esto recién empieza”, completó el querido artista.
La ceremonia de unión fue presidida nada menos que por el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Luego, hubo una bendición de anillos realizada por Guillermo Coppola y Alfio “Coco” Basile en el teatro bar Café La Humedad, propiedad del cantante.
“Esto demuestra que Cacho está vivo, que está bien. Es uno de los últimos piratas que quedan. ¡Se están hundiendo todos los barcos piratas! ¿Qué le vamos a regalar? ¡Un tubo de oxígeno!”, comentó en aquel entonces Coppola, fiel a su estilo.
Por su parte, Basile destacó el rol de Marina en la vida de Cacho. “Nunca lo vi tan enamorado. Marina, en un 90%, le salvó la vida”, dijo el extécnico sobre la flamante esposa de su amigo. Tras dar el Sí y el festejo, los recién casados partieron para su luna de miel. ¿El destino? Chascomús: “Cacho eligió ese lugar para ir a pescar”, contó Rosenthal a los medios.