La presencia de Marila en la pista de Bailando 2015 fue todo un acontecimiento, no sólo para su hijo Fernando Burlando y para Marcelo Polino, sino para el propio Marcelo Tinelli y los millones de televidentes que acompañaron su presencia al costado de la pista de ShowMatch. Tras su desopilante participación en la gala del martes, que tuvo un pico de 29.4 puntos de rating (casi 3 millones de televidentes sólo en Capital Federal y GBA), la elocuente mamá del abogado de los famosos se confesó en una charla íntima con Ciudad.com, en la que contó cómo superó un ACV; habló de su nuera, Barby Franco; evaluó al jurado y aclaró cómo fue el beso con el conductor.
Tan coqueta como se la ve en pantalla, Chiquita frenó en seco a este periodista cuando quiso preguntarle -con todo respeto- cuántos años tiene: "Soy mayor de edad, pero pobre del que me pregunte, porque soy como Mirtha Legrand, ni muerta me van a sacar la edad".
-Cuando Polino le puso un cero a su hijo en el debut, usted no disimuló su rabia con el jurado. ¿Es verdad que esa bronca la transformó en energía positiva para, dos semanas después, cruzar todo el estudio caminando sin bastón por primera vez desde que tuvo el ACV, y saludar al jurado después del cinco que le dio a Burlando?
-Aparte de que verdaderamente tenía ganas de trompear a Marcelo Polino aquella noche del cero, la evolución para superar mi enfermedad es porque hago rehabilitación tres veces por semana, con masajes, ejercicios y sobre todo, mucha voluntad. Si te dejás perder los pasos, sonaste.
"El accidente cerebro vascular fue hace un año y dos meses. Yo soy hipertensa, controlada por un médico y bien llevada desde hace muchos años. Pero tomaba la pastillita y comía con sal, cosa que no hay que hacer y evidentemente, había estado un poco nerviosa o algo… pienso que debe haber sido eso, porque ese día yo comí como todos los días. Pero tuve un pico de 22 – 11 de presión, pero después ni me di cuenta, porque me fui al suelo y estuve tres horas tirada".
-¿Fernando también se tomó tan en serio la pelea con Polino?
-Fernando y Polino estaban peleados de verdad, ahí hubo una pelea. Como así también Fernando tuvo una pelea con Bárbara, que fue una discusión pava, como puede tener cualquier pareja que convive.
-¿Usted se lleva bien con Barby?
-Muy bien, es un encanto de criatura. Cuando uno es feliz, no tiene que ver la diferencia de edad, para mí, si él está feliz y ella es lo suficientemente viva en cuanto lo va llevando, está perfecto. Yo veo a mi hijo contento y feliz, y eso es lo que más me importa.
-¿Le gustaría tener un nieto de Fernando y Barby?
-Si vienen bebés, y ellos lo quieren, por qué no volver a ser abuela. Bienvenida sea una criatura al mundo.
"Me casé y quedé viuda muy joven, a los 49 años y de ahí en más, nunca más conviví ni tuve pareja. El padre de mis hijos fue el único hombre de mi vida, mi primer novio a los 14 años".
-¿Cómo fue el ACV que sufrió?
-El accidente cerebro vascular fue hace un año y dos meses. Yo soy hipertensa, controlada por un médico y bien llevada desde hace muchos años. Pero tomaba la pastillita y comía con sal, cosa que no hay que hacer y evidentemente, había estado un poco nerviosa o algo… Pienso que debe haber sido eso, porque ese día yo comí como todos los días. Pero tuve un pico de 22-11 de presión. Después ni me di cuenta, porque me fui al suelo y estuve tres horas tirada.
-¿Quién la socorrió?
-Julio, mi hijo mayor. La mano de Dios me llevó hasta el teléfono, porque quedé paralítica automáticamente. Alcancé el teléfono y logré llamar a Julio, porque lo tengo agendado en el marcado rápido. Al rato, llegó con varias amigas mías. Me recupero con voluntad, con ejercicios, porque yo quedé totalmente paralítica. Porque tengo el amor de mis hijos, mis nietos, mis amigas, tengo un extraordinario grupo de gente alrededor y eso ayudó a que avance tanto. Ahora me atienden de maravilla en la clínica Argos de La Plata, los muchachos me enseñan y me exigen una barbaridad, con mucho cariño y afecto. Me quedó un poco de dificultad al hablar.
-¡Pero no se le nota para nada! Usted habla del amor de sus hijos, ¿pero tiene alguna pareja que la acompañe?
-Me casé y quedé viuda muy joven, a los 49 años, y de ahí en má, nunca más conviví ni tuve pareja. El padre de mis hijos fue el único hombre de mi vida, mi primer novio a los 14 años.
-¿Pensó en rehacer su vida alguna vez?
-No, a esta altura de mi vida sería un poco raro. Si bien es cierto que nunca es tarde para el amor, yo soy feliz así como estoy. Viajo por todo el mundo con mis amigas y nos divertimos. Llené mi vida con el amor de mis hijos, mis nietos y mis amigas. No he necesitado, o quizá no se presentó la oportunidad, porque si se hubiera presentado, habría sido de otra forma. Pero para esto digo no.
-¿Le intentó dar un piquito a Marcelo Tinelli en la gala del martes?
-Yo no le quise dar ningún piquito a Marcelo, eso es una mentira de él porque es muy pícaro. Yo le iba a dar un beso en la mejilla. Como conductor, me encanta, no por casualidad llegó a la posición en la que está.
"En el programa no hice un show, yo soy así en la vida. Como mis dos hijos, hay que seguir siempre para adelante en la vida y vivir el momento de felicidad que uno tiene. No dejarse estar, porque cuando una se deja estar, ya está muerta".
-¿Qué opina de Nacha Guevara? Ella le dijo que usted tiene problemas de conducta...
-Que se cuide ella de los problemas de conducta, no mi hijo ni yo. Como artista, Nacha me encanta como canta, es una buena persona. Pienso que todos están haciendo un show ahí. Es divertirse.
-¿Qué piensa de los demás jurados?
-Solita Silveyra me gusta mucho, es una gran mujer. Me encantaba, la vi en muchas de sus novelas y películas que hizo. Angel de Brito es un gran periodista, pero estoy un poco enojada con él porque le baja la nota a Fernando. Moria Casán es una diosa total, humana, una persona que agrada al hablar, te convence de cualquier cosa porque tiene bondad. ¿Marcelo Polino? Tampoco es que le tengo rabia, sino que un poco menos de simpatía.
-En ShowMatch contó que fue maestra de primaria. ¿Se jubiló como directora de escuela?
-No me jubilé, tuve que dejar de trabajar porque mi marido, Julio Desiderio Burlando, que era juez penal de La Plata, tenía que operarse de la columna. Se murió muy joven, a los 54 años.
-¿Siempre fue tan estricta y rigurosa?
-No, a mis hijos los he malcriado permanentemente, como a mis nietos. Para el afuera me muestro más estricta. Incluso, yo adoraba a mis alumnos y ellos me adoraban a mí. Yo era maestra de primaria y lo que más me gustaba era enseñarles a los nenes del primer ciclo, de primer a tercer grado.
-¿Entonces hizo un show en el programa?
-No, yo soy así en la vida. Como mis dos hijos. Hay que seguir siempre para adelante en la vida y vivir el momento de felicidad que uno tiene. No dejarse estar, porque cuando una se deja estar, ya está muerta.