Acostumbrado a la crítica feroz en La jaula de la moda (Ciudad Magazine, lunes a viernes 18 hs) Mariano Caprarola (47) se mostró rotundo a la hora de hablar de su decisión de quitarse glúteos, intervención que se había hecho varios años atrás y que la motivó, entre muchas razones, por sentir que su cola se veía como una “mochila gigante”.
“Tenía puesta grasa y de repente un día empecé a sentir dolores raros y fui al médico. Me lo había puesto Lotocki. En mi caso no tenía puesto nada malo”, aseguró, en Los Ángeles de la mañana. “Adelgacé y lo veía como una mochila gigante. Como negarle eso al que me preguntaba. Parecía que podías poner arriba una bandeja. La pierna me había quedado chiquita y el cu… enorme. No me gustó. Dije ‘hombre grande, hombre ridículo’”, aseveró.
"Me lo puse porque lo tenía gratis y ni siquiera medí el riesgo de entrar a un quirófano. Tengo una madre de ochenta años y no está bueno que me meta en un quirófano y que la vieja esté afuera esperando por una cirugía estética".
“Me lo puse porque lo tenía gratis y ni siquiera medí el riesgo de entrar a un quirófano. En aquel momento quería tener más”, contó Mariano y fue más allá. “Tengo una madre de ochenta años y no está bueno que me meta en un quirófano y que la vieja esté afuera esperando por una cirugía estética”, se sinceró.
“Lo que me frenó el ridículo. Uno que trabaja en esto y comenzás a ver a otros y decís ‘mirá cómo le queda, que ridículo’. Empezás a implementar el espejo y te das cuenta que no queda bien”, finalizó el asesor de moda.