El presente repleto de amor y felicidad de Mariana de Melo (38), a días de haber bautizado a Lupe (2 años y 9 meses), contrasta con un duro pasado que debió afrontar. Casada con José Fortunato (44), con quien además es madre de Zoe (9 meses), en diciembre en 2007 el auto en que viajaba chocó contra una cosechadora en la ruta 5, accidente en el que el conductor murió y del que ella se salvó de milagro.
“Estoy súper feliz, después de tanta lucha, estoy con dos nenas encima, después de no poder ser madre y luchar muchos años. No lo puedo creer. Estoy súper feliz de lo que estoy viviendo hoy, de tener dos hijas”.
Doce años más tarde, la exvedette compartió su alegría en una nota con Los Ángeles de la Mañana: “Estoy súper feliz, después de tanta lucha, estoy con dos nenas encima, después de no poder ser madre y luchar muchos años. No lo puedo creer. Estoy súper feliz de lo que estoy viviendo hoy, de tener dos hijas”.
"Cuando salí de la clínica me dijeron que no iba a poder ser madre por todas las operaciones que tuve, que me abrieron toda. Sí podía quedar embarazada, pero los perdía”.
Más tarde, Mariana contó el calvario que padeció hasta lograr la maternidad, tras alejarse de los medios y pasar por un año de depresión: “Cuando conocí a mi marido estaba todo bien, todo divino, pero había algo que no me dejaba tranquila ni conforme con la relación que tenía porque yo sabía que no iba a poder ser madre. Me pesaba mucho. Cuando salí de la clínica me dijeron que no iba a poder ser madre por todas las operaciones que tuve, que me abrieron toda. Sí podía quedar embarazada, pero los perdía”.
“Entonces, le dije a mi marido que no podíamos continuar con la relación porque él tenía el deseo de ser padre y yo no iba a poder ser madre. Cuando se lo planteé me dijo que me quedara tranquila, que íbamos a luchar, a tratar de poder, y que en caso de que no pudiera, él se iba a quedar conmigo. Eso me mató, acepté lo que me dijo y nos casamos sin saber si podía ser madre. Ahí empezó la lucha. Pude quedarme embarazada varias veces, pero todos los embarazos los perdíamos. Los dos estábamos tristes y no sabíamos ya qué hacer. Encima, lo ocultaba porque me hacía mal. Lo sabían mi marido, el obstetra y mi amiga, mi hermana Evangelina Anderson”.
"Yo perdí siete embarazos antes de tener a Lupe y fueron muy duros. Cuando me quedé embarazada de Lupe, Evangelina vino a la Argentina y fue a pedir por la continuidad de mi embarazo a San Ramón. Y acá está Lupe. Fue como un milagro y muy emocionante".
Así, Mariana de Melo reveló: "Yo perdí siete embarazos antes de tener a Lupe y fueron muy duros. Cuando me quedé embarazada de Lupe, Evangelina vino a la Argentina y fue a pedir por la continuidad de mi embarazo a San Ramón. Y acá está Lupe. Fue como un milagro y muy emocionante. Lupe es nuestra niña adorada porque de no ser madre de repente tenerla a ella es algo maravilloso". Al final, concluyó esperanzada: "Es algo muy duro y triste, pero todo se puede en la vida".