Las señales de alerta que dio María Valenzuela (60) fueron detectadas a tiempo y, gracias sus afectos, la severa depresión que sufrió tras la muerte de su amigo Gaspar, que trajo aparejada una anorexia, fue controlada. Por suerte, "Mariquita" está de vuelta y de hecho se prepara para hacer temporada de verano en el teatro Picadilly de la avenida Corrientes en Menopausia Show. Se trata de un ambicioso musical escrito especialmente para ella por Manuel González Gil, con producción de Javier Faroni y las actuaciones estelares de Marta González (71) y Silvia Kutika (58).
"Ya estoy en peso, en 49,8 kilos. Me están llevando a los 50, pero dije ‘basta de azúcar, empiezo con edulcorante’".
En su paso por Morfi el miércoles al mediodía, la artista asumió sus problemas alimenticios, tras asombrarse de las delicias que había sobre la mesa para acompañar su café: "Me cuesta comer, se me cierra un poco el estómago. Pero ya estoy en peso, en 49,8 kilos. Me están llevando a los 50, pero dije ‘basta de azúcar, empiezo con edulcorante’".
Luego, explicó cuál fue el detonante de su crisis: "Siempre tuve tendencia, al final de estos años, a no darle importancia a la comida, a no disfrutarla como veo que la disfrutan muchos. Yo soy de bandejita y hasta de comer parada cuando tengo hambre. Después, tiene mucho que ver lo emocional, claro. Estuve más de 12 días sin comer después de que me enteré de lo de Gaspar. Fue un proceso duro porque yo no vi su cuerpo. Entonces, hasta el día de hoy no me termina de caer la ficha".
"Es como que la parca siempre me está rondando, me coquetea. No le tengo miedo a la muerte, le tengo miedo a la locura, pero no a la muerte".
Así, María confesó su reticencia inicial a internarse en un centro de salud mental, pero luego contó: "Me dieron una medicación por la cual me empezaron a dar ataques de pánico"; lo que motivó la decisión de internarse por voluntad propia.
Sobre el final, María Valenzuela mostró el tatuaje de ave fénix que se hizo sobre su pecho izquierdo al salir de alta de la clínica. Además reflexionó sobre su relación con la muerte: "Es como que la parca siempre me está rondando, me coquetea. No le tengo miedo, eh. No le tengo miedo a la muerte, le tengo miedo a la locura, pero no a la muerte".