El 1° de octubre de 2015 María del Mar Cuello Molar (27) se casó por civil con Matías Alé (42), con la ilusión de que el matrimonio durara toda la vida. Sin embargo, apenas cinco semanas después el actor sufrió un brote psicótico, quedó internado en una clínica pisquiátrica, y en marzo de 2016 la pareja firmó el divorcio de común acuerdo.
En el medio hubo peleas de la modelo con su suegra, rumores de infidelidad y una vez recuperado, hace un año Alé reveló cuándo se dio cuenta de que debía terminar su matrimonio con la cordobesa: “Fue un 15 de enero (2016), pero porque ella se fue, me abandonó. Yo no fui el que tomó la decisión de separarnos. Estuve internado desde el 3 de noviembre al 15 de diciembre de 2015 y cuando salí nos fuimos a pasar Navidad y Año Nuevo a Carlos Paz, porque ella es cordobesa. Cuando volvimos estaba recién salido de la clínica, o sea que no estaba bien, parecía una bolsa de papas medicado".
“Lo que pasó con Matías ya fue hace bastante tiempo, yo era muy chica también. No se me fue el amor por él, porque yo lo había elegido para toda la vida".
Picante, Alé completó su reflexión en Pampita Online: "Ni bien ella se corrió para un costado, volví al núcleo familiar, al materno, al de mis amigos. Si ella hubiese aguantado 15 ó 20 días más, o ponele 2 meses más hasta que termine de estar bien, seguiría con ella".
"En su momento, cuando pasó todo, sí me fue muy difícil. Para cualquiera lo hubiese sido, y sin contar lo chica que era y lo despiadados que fueron muchos conmigo".
Entonces, ahora María del Mar contó su verdad en una nota con la revista Paparazzi: “Lo que pasó con Matías ya fue hace bastante tiempo, yo era muy chica también. No se me fue el amor por él, porque yo lo había elegido para toda la vida. Tuve que atravesar mi duelo, como en toda ruptura”.
En implícita respuesta a las afirmaciones de su exmarido, la diosa radicada en México se defendió: “En verdad no es que huí ni lo abandoné, simplemente que uno está en constante evolución, y yo sentía que era tiempo de cambiar de aire. En su momento, cuando pasó todo, sí me fue muy difícil. Para cualquiera lo hubiese sido, y sin contar lo chica que era y lo despiadados que fueron muchos conmigo”.
“En verdad no es que hui ni lo abandoné, simplemente que uno está en constante evolución, y yo sentía que era tiempo de cambiar de aire".
Al final, María del Mar le vio el lado positivo a su crisis con Matías: “Por suerte pude salir adelante sin ayuda profesional, solo me contuvieron mis amigos y familiares”.