El comienzo de Intrusos tuvo como protagonista voluntaria a María Eugenia Ritó (41), quien para evitar suspicacias y rumores se encargó de comunicarle a Jorge Rial que estaba pasando por un mal momento personal, y sobre el final del programa la bella vedette y actriz salió al aire para contar su verdad.
A principio de 2014, Ritó había confesado su adicción a las drogas y al poco tiempo se sometió a un tratamiento profesional en la clínica Carpe Diem, de la cual se dio de alta por su propia decisión en septiembre de ese año y siguió sólo con la ayuda terapéutica.
"Ahora me siento bien, pero tuve una recaída. Tengo mucho miedo y, ante la inseguridad de que pueda llegar a ser mayor, recurrí a la clínica Carpe Diem por voluntad propia. Es muy importante, porque no todo el mundo se hace cargo de una adicción, es muy difícil hacerse cargo y admitir que una necesita más que una terapia".
"Ahora me siento bien, pero tuve una recaída. Tengo mucho miedo y, ante la inseguridad de que pueda llegar a ser mayor, recurrí a la clínica Carpe Diem por voluntad propia. Es muy importante, porque no todo el mundo se hace cargo de una adicción, es muy difícil hacerse cargo y admitir que una necesita más que una terapia", reconoció Ritó este martes.
Luego, argumentó: "Lo hago para resguardar mi salud. No estoy pasando un buen momento, porque si bien estoy divorciada, sigo con la división de bienes. La semana que viene me vuelvo a encontrar con mi exmarido por todo este tema, y es muy difícil este tema porque no tengo familia, no tengo pareja, me encuentro muy sola en la vida".
"Lo hago para resguardar mi salud. No estoy pasando un buen momento, porque si bien estoy divorciada, sigo con la división de bienes. La semana que viene me vuelvo a encontrar con mi exmarido por todo este tema, y es muy difícil este tema porque no tengo familia, no tengo pareja, me encuentro muy sola en la vida".
Ante la duda, el conductor le preguntó de forma directa si había vuelto a consumir drogas, y Ritó aseguró: "Tuve una recaída, nada (…) Tener una recaída, que es muy normal según me dijeron en la clínica". Al rato, se explayó: "No puedo salir a contar qué tipo de tratamiento voy a tener. Lo que cuento es que tuve una recaída. Eso es algo que lo trata el terapeuta y puede ser por millones de cosas, como porque estoy anímicamente mal, o diez millones de factores. No es por algo en especial".
Segura de la determinación adoptada, María Eugenia ratificó: "Necesito estar fuerte para volver a mi eje, volver a ser María Eugenia, salir a trabajar y ponerle ganas. Últimamente me sentía desganada y tengo ganas de recuperarme a nivel persona, más allá de caer en una recaída. Creo que es a nivel personal, como persona. Son crisis, qué se yo, es algo natural sentirse mal o tener una depresión".
"Necesito estar fuerte para volver a mi eje, volver a ser María Eugenia, salir a trabajar y ponerle ganas. Últimamente me sentía desganada y tengo ganas de recuperarme a nivel persona, más allá de caer en una recaída. Es algo natural sentirse mal o tener una depresión".
Por último, descartó que una marginación mediática haya influido en su estado de salud: "No creo que el medio me haya marginado, para nada. Siempre me llamaron. Al contrario, la que dejó de vincularse con los medios fui yo, claramente. Tengo la posibilidad de reunirme con productores, pero dejé de hacerlo, o dejé de ir a eventos".
¡Fuerza, Euge!