El tan temido día de la audiencia con su ex llegó para María Eugenia Ritó (41) y a pesar de su expectativa, la conciliación con Marcelo Salinas (50) no llegó a buen puerto. Luego del encuentro en Tribunales, donde asistió con Ana Rosenfeld como su abogada, la vedette expresó la angustia contenida ante las cámaras de Intrusos.
Oculta detrás de unas enormes gafas de sol, Ritó se quejó de que no se haya podido acordar la actualización de la cuota alimentaria que le pasa su exesposo hace dos años. Luego, disparó: "Tuve miedo de que me llegue a matar, y es el día de hoy que también tengo ese miedo. Soy sincera. Anoche tuve un sueño horrible, no pude dormir...".
Así, se felicitó por la decisión de someterse a un tratamiento ambulatorio en una clínica especializada en recuperar pacientes adictos, tras sufrir una recaída: "Por un lado, estoy contenta, porque el día que fui a la clínica fue el 3 de junio, el día de mi cumpleaños". Acto seguido, se quebró en llanto y solicitó un vaso de agua para recuperarse.
Entonces, remató: "Fue el mejor regalo que me pude haber hecho". Al final, María Eugenia Ritó se ilusionó con regresar a los primeros planos: "Quiero estar bien, entera, plena. Para poder trabajar, encarar proyectos personales, me encantaría desde poner un negocio hasta volver a lo mío en lo artístico".