A mediados de febrero murió la relacionista pública Sofía Neiman, en medio de una velada que organizó Daniel Hadad en Punta del Este. Esa muerte golpeó como nadie a Marcela Tinayre, quien había cruzado el Río de la Plata junto a su gran amiga para pasar el verano en Uruguay.
Testigo del momento exacto del deceso, la artista contó sus sensaciones en una nota con Los Ángeles de la Mañana: “No me saco su collar, que también lo uso de pulsera. Fue lo que tenía puesto cuando murió”. Luego, se enfocó en los bonitos recuerdos fruto de la amistad: “Fue algo tremendo, y además en esta cuarentena encuentro cosas y fotos de nuestros primeros novios juntas. Soy la madrina de su hijo mayor, Francisco”.
"Es algo re doloroso porque se extraña la vida diaria, el comentario que para ustedes sería tonto, pero que para nosotras era una carcajada. Era la complicidad”.
“Cuando Sofi murió en Uruguay, mucho antes de la cuarentena, hicimos una despedida en casa con los amigos más queridos. Es algo re doloroso porque se extraña la vida diaria, el comentario que para ustedes sería tonto, pero que para nosotras era una carcajada. Era la complicidad”, precisó.
Entonces, se explayó con brillo en sus ojos por la nostalgia: “Sofi siempre tenía información que yo le decía que no podía ser verdad… ¡pero después lo veía y era verdad! Era un ser muy querido por todo el mundo, mi hermana de la vida. Yo empecé siendo muy amiga de su marido, Carlitos Mariani, cuando hace mil años yo vivía en París y estaba casada con Ignacio Viale del Carril. Carlitos nos presentó en Pinamar y con Sofi nunca más nos separamos. Estuvimos dos años disgustadas por una loca que me dio una mala información, que no quise averiguar, medio me alejé de Sofi y eso me hizo daño”, continuó.
“Pero fue hermoso nuestro reencuentro y la última foto en el barco que nos llevaba a Punta del Este, aunque ella no volvió… Volví con su auto vacío. Fue tremendo, se junta esto, la cuarentena, y uno no se permite el dolor porque se tapa con muchas coas, pero acá uno se lo permite porque tiene tiempo para llorar, extrañar, que se hinchen los ojos porque total una sigue en la casa”, cerró Marcela Tinayre conmovida.