Cuanto más se sabe del funcionamiento del centro de estética de Rubén Mühlberger, más se espantan quienes escuchan los escabrosos detalles. Por eso Marcela Tauro no solo se indignó con el polémico médico, sino que también cuestionó sin filtros a quien fuera su recepcionista hasta el jueves pasado.
Todo sucedió a cuento del relato de Juan Roccabruna, quien reveló qué hacían con los pacientes que se ponían nerviosos por el prolongado tiempo de espera: “En la recepción los pacientes pueden tomar té rojo de unas jarras, pueden servirse unas aguas con pepino y limón, y frutos secos. Y si alguien se ponía inquieto, se avisaba que había que llevarle un té con gotas de clonazepam. Había un frasco en la cocina, no se le decía a la persona. Se le servía el té”.
"Si a algún paciente le pasaba algo la culpa iba a ser tuya, no del doctor".
Entonces, tras caer en la cuenta de que administraban remedios psiquiátricos sin el consentimiento de los pacientes, Tauro exclamó: “Pagaba muy bien… ¿ustedes se exponían a eso? Porque vos sabías que le estaba poniendo clonazepam…”.
Antes de que el muchacho pudiera responder, su abogado presente salió a hablar por él como lo haría en un tribunal para defenderlo, aunque la incomodidad de Roccabruna fue evidente. “Todo bien, pero si Jorge me dice que le ponga tres gotitas de clonazepam a Adrián Pallares, no se las pongo. Él también es consciente… Yo entiendo todo. Si a algún paciente le pasaba algo la culpa iba a ser de Juan, no del doctor”.
Y cuando en el panel quisieron averiguar si Juan Roccabruna ponía las gotitas de psicofármacos en las infusiones, Jorge Rial marcó la cancha: “Acá el que esta cuestionado es el doctor Rubén Mühlberger”.