La Selección Argentina se encuentra en el ojo de la tormenta. Y la familia de Lionel Messi (31) no es la excepción. Tras los rumores de crisis con Antonela Roccuzzo (ya desmentidos) y una nueva polémica tras volver a ser involucrado en los Panama Papers, otro capítulo.
Macarena Lemos (quien saltó a la fama años atrás como una supuesta novia del crack) disparó una polémica versión que salpicaba a Celia Cuccittini, la madre del futbolista. “A los dos años (del escándalo), me la cruzo en un supermercado de Rosario con mi mamá y mi tía. Me estaba siguiendo con un teléfono filmándome”, comenzó la modelo en Los Ángeles de la Mañana.
“No sé por qué, nunca supe por qué. Me re increpó y me dijo de todo. Me re puteó, yo le dije que jamás había dicho que había estado con su hijo. Medio que me amenazó así que hice una denuncia porque mi familia vive allá en Rosario. Yo tengo que cuidarlos y no sé qué poder pueden llegar a tener. No pasó más nada”, completó Lemos.
Minutos más tarde, Celia salió al cruce indignada ¡desde Rusia! “Es todo mentira lo que cuenta, lo juro por mis nietos. Jamás la corrí con una sartén. La madre se acercó me dijo ‘hola, ¿cómo estás? Tenemos hijos famosos’. Yo ni sabía quién era hasta que vino Macarena y ahí me di cuenta. Le dije ‘¿sos vos la que se hizo famosa por decir que que era novia de mi hijo cuando en realidad me rogaste tres días para poder sacarte una foto con él? Y mirá lo que empezás a inventar’. Ahí la madre me empezó a gritar, me reí y me fui. A los días me llegó una citación a la que jamás fui y tengo muchos testigos de ese día. Te imaginás que habiendo tanta gente que me conocía no voy a hacer semejante papelón”, fue el mensaje de la mamá de Messi que Ángel de Brito leyó. Pero eso no fue todo…
Furiosa, Celia volvió a la carga más tarde con un audio. “Mirá si yo me voy a acercar a ella. ¿¡Quién es?! Aparte, ni la conocía. Ella se vino a acercar y ahí la reconocí porque había estado rogándome para la foto así que que deje de hablar de mí porque ya estoy cansada, porque yo no soy como ella. No voy a andar por los supermercados dando sartenazos. ¡Por favor!”, completó la mujer, a 17 mil kilómetros de distancia.