Mientras cuida de cerca a su madre, María Valenzuela (60), quien está internada en una clínica psiquiátrica, recuperándose de una profunda depresión, Malena Mendizábal (33) le sigue poniendo el pecho a su propia historia de vida: en 2003, la joven sufrió un ACV y afrontó dos intervenciones quirúrgicas. Sin embargo hoy, gozando de buena salud, aún le resta una operación más para optimizar su calidad de vida y reducir los riesgos.
"Yo me tengo que hacer una última operación, y siempre tuve buenas excusas para patearla para más adelante... Yo en esta parte de la cabeza ( se toca el lado izquierdo) no tengo cráneo. Entonces, yo me tomo un colectivo, me llegan a pegar un codazo y le pegan a mi cerebro. Me tengo que poner la plaqueta de titanio, o de otro material más flexible. Igual yo me cuido.... Pero la que no duerme tranquila es mi mamá. El médico me dijo que ni siquiera me tienen que pelar. No es una operación compleja", detalló Malena en Intrusos, sin dramatizar la situación y esperando el momento acorde para realizarse la operación
“Yo me tengo que hacer una última operación, y siempre tuve buenas excusas para patearla para más adelante... Yo en esta parte de la cabeza ( se toca el lado izquierdo) no tengo cráneo. Entonces, yo me tomo un colectivo, me llegan a pegar un codazo y le pegan a mi cerebro. Me tengo que poner la plaqueta de titanio, o de otro material más flexible. Igual yo me cuido.... El médico me dijo que ni siquiera me tienen que pelar. No es una operación compleja”.
Luego dio detalles de sus anteriores intervenciones: "Yo tuve dos operaciones. La primera fue por el derrame, y después me hicieron otra operación con láser... Yo sufro de convulsiones y tomo dos pastillas por día. Pero que vos tomes pastillas anti convulsivas no significa que no te pase nada. Estás un 80% cubierto. Lo que me producen las convulsiones es la cicatriz y la cicatriz va a estar siempre. Entonces son pastillas que voy a tomar de por vida".
Por último, y dando muestras de su feliz presente sentimental, contó algunos detalles de su pareja, a quien prefirió mantener en el anonimato: "Mi novio me dice que me opere. Pero si no me convence mi mamá, no lo va a hacer él. La decisión tiene que ser mía... Pero de él no quiero hablar mucho. Sí te puedo decir que lo conozco hace 14 años porque era compañero de facultad de mi mejor amiga, nunca había pasado nada, histeriqueo, hasta que pasó. Y hace dos años y medio nos reencontramos. Vivimos juntos".