La novela de Luciana Salazar (37) y Martín Redrado (56) sumó en las últimas horas varios nuevos y escabrosos capítulos. En este caso particular, Luli descargó toda su indignación en un extenso reportaje telefónico con Los Ángeles de la Mañana, en el que contó que el economista quiso tener relaciones con ella de forma muy insistente, y que ella se negó luego de enterarse de que Mariano Caprarola reveló que estaba en pareja con otra mujer.
En este marco, la mediática contó: "Mariano dijo que Martín estaba saliendo con una persona, entonces encaré a Martín y le dije que me deje 'abrir' porque no quería ser la tercera en discordia de nuevo. Ahí hubo una situación en la que Martín estaba solo y me quiso avanzar, besarme, quiso hacer cosas conmigo y yo lo frené. Le dije que de ninguna manera porque estábamos separados, menos si él estaba conociendo a alguien. Estaba Ana Rosenfeld de testigo”.
Instantes más tarde, Luciana reveló la naturaleza de su relación con Redrado: "Con Martín me hablo todos los días y no tuvo el tupé de avisarme que iba a ir a la avant premier de El Ángel”. Ese tenso encuentro dio pie a otra polémica reunión con su ex: “Al domingo siguiente, fui a la casa y hablé con él. Le dije que sentí que lo que hizo con su participación en la alfombra roja de El Ángel fue para que se hablara y buscar prensa. Ese mismo domingo me quedé a comer en su casa, porque nos invitó a Matilda (8 meses) y a mí. Habíamos comido sushi y le dije que tenía ganas de comer helado; entonces, cuando abro el freezer, encuentro un vaso con un papel adentro con mi nombre escrito. Ahí me admitió que hizo esa ‘brujería’ porque no podía sacarme de su cabeza, y eso era una forma de ver si me podía sacar de su cabeza. Y me empezó a sensibilizar porque me dijo que seguía teniendo sentimientos conmigo, que no me podía olvidar…”.
"Martín me admitió que me hizo esa brujería porque no podía sacarme de la cabeza"
Al final, Luciana Salazar precisó cómo fue el episodio en el que tuvo que negarse enfáticamente a tener sexo con Martín Redrado en su casa: “Nos pusimos a hablar seriamente, él medio que me abrazó, me quiso empezar a besar y le dije que no quería, que pare. (...) Quiso estar conmigo, tener intimidad. Encima, me sensibilizó porque me habló con el corazón ese día, me dijo que seguía enganchado conmigo".
"Yo me fui bien, porque él me abrazó, me dijo que seguía teniendo sentimientos conmigo y que se le complicaba por los hijos, pero que le encantaba y que me extrañaba. Yo le conté que estaba conociendo a otras personas, pero que me manejo diferente a él", concluyó Luli su relato sobre el domingo de la discordia.