Pasado el tiempo prudencial para anunciar el embarazo, en octubre pasado, Luciana Aymar (42) confirmó que está esperando un hijo junto a Fernando González, extenista chileno con quien lleva tres años de amor. Lucha está instalada en Chile y en febrero dará a luz a un niño.
En diciembre de 2014 y siendo la mejor jugadora de hockey de la historia, Lucha se retiró de las canchas con el objetivo de formar una familia. Sin embargo, la búsqueda de su bebé no fue una tarea sencilla de lograr.
"Me hice muchos estudios médicos y ahí me dijeron que los deportistas de alto rendimiento tienen más desgaste que otras personas y que por eso era probable que me costara quedar embarazada".
“Tener un hijo fue algo bastante hablado desde que nos conocimos con Fer, a principios de 2016. Pero cuando decidimos empezar a buscar, costó más de lo que habíamos pensado. Fue una locura. No tengo problema en decir que me resultó difícil quedar embarazada, aunque hay otras cosas que me las voy a guardar. Sí te cuento que me hice muchos estudios médicos y ahí me dijeron que los deportistas de alto rendimiento tienen más desgaste que otras personas y que por eso era probable que me costara quedar embarazada", confesó Aymar en la revista ¡Hola! Argentina, describiendo por primera vez que tardó más de un año en quedar embarazada.
Siguiendo el relato, el periodista le preguntó: "¿Tuviste que hacer un tratamiento para quedar embarazada?". Pero la exjugadora no quiso dar detalles: "Prefiero dejármelo para mí, es muy personal. Estuve en una clínica de fertilidad y me hice un montón de estudios".
"Buscar un hijo y no lograrlo es una situación difícil no solo para una, sino también para la pareja... Pasé por muchos momentos de tristeza".
En ese momento, afectada por incertidumbre, Lucha canalizó su angustia haciendo terapia y apoyándose en sus seres queridos: "Con mi psicólogo argentino hice terapia a la distancia. Buscar un hijo y no lograrlo es una situación difícil no solo para una, sino también para la pareja, porque te altera, no sabés cómo manejarlo. Al principio tenés la ilusión y te decís 'no me voy a estresar, todo va a salir bien', pero después, cuando pasan los meses, te volvés impaciente. Te empezás a cuestionar por qué no sucede, por qué te pasa a vos. Y eso hace que tarde o temprano repercuta en tu salud, incluso a nivel emocional".
En ese sensible marco, Aymar agregó: "Fer me acompañó y me contuvo muchísimo... Pasé por muchos momentos de tristeza. Para la mujer es muy duro porque es quien pone el cuerpo. Por más que tengas la contención de tu pareja y de tu familia, es una la que atraviesa esa situación. Y en el medio te angustiás porque no se da. Todo este proceso lo llegué a comparar con mi carrera deportiva, porque pasás por muchas emociones distintas todo el tiempo. Buscar este hijo fue tanto más duro que mis veinte años de carrera. Lo importante es nunca perder la esperanza, a pesar de que no puedas más de tristeza, no hay que dejar de creer".