La repentina muerte de La Floppy tras una leucemia aguda, detectada hace apenas semanas, caló muy profundo en Lourdes Sánchez, íntima amiga de la asistente de Lizi Tagliani en El precio justo, y su profunda angustia casi no le permite rendirle homenaje en Hay que ver. “No sé si voy a poder...”, se excusó la panelista cuando José María Listorti contaba de la estrecha relación que tanto ella como el Chato Prada tenían con La Floppy.
Hecha un mar del lágrimas, Lourdes juntó fuerzas y logró expresar todo el cariño que le tenía a la artista cuyo nombre real era Fabián Peloc (31): “Es un día muy triste, no lo eperábamos. Todos teníamos muchas esperanzas, más allá de que sabíamos hace casi un mes por lo que estaba pasando. Teníamos muchas esperanzas de que salga adelante. Él tenía mucha fuerza y eso nos consolaba un poco. Nos daba ganas de seguir, apoyarlo y darle fuerzas. Fue tan repentino que uno trata de buscar explicaciones, consuelo y no lo hay”.
Luego, se refirió al cuadro clínico: “Le diagnosticaron una leucemia bastante aguda a la que le iban a dar batalla con todo. Empezó el tratamiento de quimio, punciones, y él siempre muy positivo. Él tenía muchas ganas de seguir viviendo, darle batalla a esta enfermedad. (…) Empezamos a turnarnos con un grupo de amigos, con Sofi Morandi, para ir a visitarlo”.
“Floppy además tenía un vínculo único con mi hijo, lo adoraba, lo llamaba Cielo".
Conmovida, Lourdes precisó el fuerte lazo que Fabián Peloc tenía con su hijo Valentín Prada (3): “Floppy además tenía un vínculo único con mi hijo, lo adoraba, lo llamaba Cielo. Lo tenía (en una foto) de protector de pantalla de su computadora y su celular. Valentín era todo para La Floppy”.
Al final, Lourdes Sánchez reveló cómo recibió la noticia de la muerte de La Floppy: “Por ahora no le vamos a decir a Valentín. Él estuvo conmigo anoche cuando me enteré y no sabía cómo manejarlo, me decía ‘mamá, no llores’. Pero no le dije. Estaba sola con Valentín porque el Chato estaba en la productora. A mí la que me dio la noticia fue la hermana de ella, y yo di la noticia al grupo de amigos. Y no sé si se rompió o no la cuarentena, pero nos salió juntarnos en mi casa porque vivimos todos muy cerca. Estábamos devastados, no había consuelo. Fue una manera de despedirlo. Es horrible no poder despedir a un amigo”.