En semanas, Mar Tarrés (33) desembarcará en las grandes ligas cuando debute en La Academia, donde tendrá la posibilidad de deleitar a Marcelo Tinelli con su hilarante humor. Pero antes la comediante pasó por Vino para vos, donde se emocionó hasta las lágrimas al recordar cómo la afectó la muerte de su padre, José María, hace 15 años.
“Mi papá murió de un día para el otro, le agarró una neumonía. Yo era muy pegota a mi él. En ese momento yo estaba de vacaciones con amigas en Brasil y no tenía en qué volver. Mi papá murió un viernes y mi vuelo salía el martes siguiente. Mi mamá empezó a llamar a todas las agencias, pero no había vuelo porque se vendían los paquetes armados”, arrancó su relato ante la mirada atenta de Tomás Dente.
Luego, precisó que su mamá se encargó de que no se enterara hasta estar en el país. “En esa época no había redes sociales, o por lo menos yo no tenía, y mi mamá le pidió a toda la gente de mi ciudad que por favor no se comuniquen conmigo ni me avisen que había muerto mi papá porque no tenían en qué traerme”, dijo.
“Entendí quizás por qué están los velorios, es un momento que las personas necesitan para despedirse y para entender que se fueron. Estuve muchos años de mi vida sin entender que se había muerto”.
Entre lágrimas y risas, reveló cómo se apiadó su madre, Gladys, de ella: “Mi mamá se tiró un lance y le pidió alquilar la avioneta de la provincia al gobernador. Juntó sus ahorros para eso y no se la dieron. Cosas de la vida, que no pude estar en ese momento. No me avisaron porque, obviamente, iba a ser más duro estar allá. Yo estaba de vacaciones con mis amigas, era pendeja, y cuando volví el martes, mi mamá me fue a esperar al aeropuerto, todavía me tenía que llevar a Tartagal, que desde Salta hay cinco horas de viaje en auto, y tampoco me querían decir que había muerto porque yo iba a entrar en una crisis”.
“Así que me mintieron que mi papá estaba intubado, que no podía hablar, que estaba muy mal de salud y por eso me tenía que ir a Tartagal, porque yo en realidad estudiaba en Córdoba. Me llevaron engañada y yo viajé esas cinco horas rezando porque mi papá no se muera, cuando él ya estaba enterrado”. Completamente quebrada, aseguró: “Entendí quizás por qué están los velorios, es un momento que las personas necesitan para despedirse y para entender que se fueron. Estuve muchos años de mi vida sin entender que se había muerto”.
“Él viajaba muchísimo, entonces muchas veces me pasa que sueño que él se va de viaje y que cuando vuelve me enojo, le grito, le digo: ‘¿Por qué te fuiste tanto tiempo?´. Para mí en mi cabeza él se fue de viaje, yo nunca lo vi muerto. No sé por qué Dios me alejó de él en un momento tan duro. Mi papá no estuvo internado, le agarró una neumonía, él venía desde hacía 27 días con síntomas, pero como él creía que era fuerte, que podía todo, el día que se internó fue el día que se le llenaron los pulmones de líquido y murió. Para mí fue terrible”, cerró Mar Tarrés conmovida.