"La verdad que la pasé muy mal. Quiero contarle a la gente lo que viví porque le va a servir también", con esa frase Gustavo López (51) arrancó en su regreso a su programa Un buen momento (Radio La Red) tras haber permanecido internado tras dar positivo de coronavirus.
Conmovido, el periodista deportivo pormenorizó cómo transitó la enfermedad y el grave estado de salud que tuvo. "Quiero contarle mi experiencia a la gente porque cuando me dio positivo lo tomé con naturalidad. Hace seis meses que venimos hablando del tema e informando y, bueno, me pasó a mí. Cuando me pasó fue un golpe, un impacto, no era nada grave. Lo pasé bastante bien la primera semana y de repente veía que me faltaba un poco el aire en el final de los programas de la tarde", contó.
"Cuando das positivo el médico de la obra social que te atiende te hace un seguimiento para ver cómo la llevás, cómo sigue la situación, y yo venía fenómeno, bien, sin inconvenientes y el día anterior a la final de la Champions League me empecé a sentir mal", rememoró. Tras una noche con muchísima fiebre, se activó el protocolo y lo internaron. "Cuando llegué me hicieron una tomografía para ver qué estaba pasando con el virus, con mi salud. Los médicos directamente en vez de mandarme a una guardia a una habitación y ahí me quedé ocho días. Me afecto los pulmones. Primero fue 20%, después 25% , 30%", recordó, con angustia.
"Es una enfermedad durísima porque estás solo, nadie te puede acariciar, nadie te agarra la mano, nadie te viene a visitar. Estás ahí, solo".
"Es una enfermedad durísima porque estás solo, nadie te puede acariciar, nadie te agarra la mano, nadie te viene a visitar. Estás ahí, solo", contó Gustavo, que está casado con Laura Subise desde hace 30 años y son padres de Lourdes (17) y Lorenzo (14), con la voz quebrada por la imposibilidad de estar rodeados de sus seres queridos.
"La pasé muy mal. Llamé a mi esposa y le di un mensaje absolutamente negativo y ella me levantó. Me dijo ‘estás loco, levantate, de ahí vas a salir’".
El conductor contó que le aplicaron plasma, pero tardó en hacer efecto. "Al día siguiente la pasé peor todavía, tenía más fiebre que antes. Ahí pensé que realmente que no lo podía superar. No se me bajaba la fiebre y ahí pensé que el plasma me había hecho mal”, contó. “Fue el peor día, la pasé muy mal. Llamé a mi esposa y le di un mensaje absolutamente negativo y ella me levantó. Me dijo ‘estás loco, levantate, de ahí vas a salir’ y a partir de ese momento comencé a ver las cosas distintas. Empecé a cantar para sacarme lo que tenía adentro, la música me ayudó mucho, fue como una terapia y de a poquito empecé a sentirme mejor”, finalizó Gustavo López su valiente relato, ya recuperado y rodeado de su familia en su casa.