Las redes sociales se transformaron en uno de los espacios más elegidos por los famosos para hacer catarsis en plena cuarentena: esta semana, Magalí Tajes habló abiertamente del desamor, tras separarse de Flor Jazmín Peña, bailarina de quien fue novia en el pasado y a principio de año se habían reencontrado y comenzado un vínculo sentimental sin rótulos.
Incluso, la psicóloga, escritora y comediante transitó el primer tramo de la cuarentena en la casa de Flor, hasta que se mudó a otro departamento y, de repente, todo se enfrió: ambas se dejaron de seguir en Instagram.
"¿No sienten que hoy fue un día del culo? Siento que fue un día del ojet..., boludo, como que estamos todos vibrando en una bastante fulera".
En ese marco, y sin mencionar a Peña, Tajes reflexionó sobre el amor: "Mi humilde opinión es que si le vas a romper el corazón a alguien, se lo rompas con muchísima educación y firmeza. Confundir a esa persona, además de romperle el corazón, no mami…". Y agregó sobre una experiencia: "Después de un tiempo, me dijo 'ya no te amo'. Fue durísimo, pero yo me sentí libre después de eso. Hasta que me dijo 'ya no te amo', yo la remé de una manera".
"No sé por qué me quejo, porque siento que estoy del culo, veo una publicación y me pongo a llorar, porque ahí te das cuenta que hay cosas realmente serias y que a uno no le falta nada. A veces hay que permitirse estar del culo también".
Pocos días después del profundo descargo de Magalí, Flor Jazmín se mostró llorando en una secuencia de historias que subió a Instagram, afectada por la cuarentena, la soledad ¿y acaso las publicaciones de su ex? "¿No sienten que hoy fue un día del culo? Siento que fue un día del ojet..., boludo, como que estamos todos vibrando en una bastante fulera. ¿Soy yo y las personas con las que estuve hablando o estamos todos medianamente en la misma?", dijo la bailarina, visiblemente en "el sótano", como suele decir ella.
Luego, Flor Jazmín Peña cerró su mensaje, poniendo el foco en cosas buenas de la vida, al ver una publicación de una mamá que lucha por la salud de su hijo Fran, que tiene autismo y una medicina prepaga le denegaba la internación. "No sé por qué me quejo, porque siento que estoy del culo, veo una publicación y me pongo a llorar, porque ahí te das cuenta que hay cosas realmente serias y que a uno no le falta nada. A veces hay que permitirse estar del culo también".