El hecho de haber integrado el elenco del espectáculo teatral vía streaming #Hashtag dejó a Lizardo Ponce en una posición tan incómoda como inmerecida, luego de las polémicas que se armaron en torno a Martín Cirio y Santiago Maratea, compañeros de la obra al igual que Yanina y Lola Latorre, y Lucas Spadafora. Y ante los cuestionamientos de varios usuarios, el conductor de La previa del Cantando había decidido cerrar su cuenta de Twitter.
“Tomé un poco esto que me dijo Moria Casán de hacer dieta mediática. Trato de no estar tan metido, porque sino uno se vuelve loco. Trato de leer a la gente que me banca, llenarme de energía positiva”, comentó Lizardo en una nota con Los Ángeles de la Mañana. Más tarde, el influencer se refirió a la charla privada que mantuvo con La Faraona: “Va a quedar en privado porque lo hablé en su momento”.
“No me puedo hacer cargo ni poner en la cabeza de cada una de las personas con las que compartí trabajo, vínculos, o amigos. Cada uno hace lo que hace”.
En concreto, Lizardo fue enfático sobre los comentarios de tinte pedófilo del humorista: “De mi parte repudio todo lo que se viralizó. Fue hace diez años, y yo no lo conocía a él. No sabía que compartía esas cosas y lo repudio. Los repudio hace diez años, hace cinco, ahora y siempre. Me parece que hay cosas con las que no se hacen humor. Pero lo que puedo decir desde mi lugar es que lo repudio y no lo comparto”.
“Ahora, lo que tenga que decir él, lo va a decir él. Yo no tengo que explicar algo que tampoco sé. Él dio sus explicaciones y seguirá dándolas. Y de mi parte repudiaré algo que no comparto”, continuó. Luego, opinó sobre la decisión de Maratea de someter a debate si estaba bien o no usar “mogólico” como insulto en las redes sociales: “Lo de Santi tenía un costado positivo. Lo que quería hacer era dejar de decir esa palabra, porque está muy de moda que te intenten insultar o agredir con esas palabras”.
A pesar de su justificación del desafortunado posteo de Santi, Ponce aclaró: “Es fuerte y es chocante. A mí también me pasa. Entiendo que tal vez fue su forma de intentar hacer algo positivo, pero no todos lo interpretaron y hay gente que lo tomó mal”.
Para cerrar, Lizardo Ponce se despegó de los problemas de Martín Cirio y Santiago Maratea: “No me puedo hacer cargo ni poner en la cabeza de cada una de las personas con las que compartí trabajo, vínculos, o amigos. Cada uno hace lo que hace”.