(Para ver las fotos en tamaño grande, poné play y hacé click en el ícono que está abajo a la derecha)
Fotos: Jennifer Rubio
Sorprende Lito Cruz. Desde su humildad, sorprenden sus ganas. Desde su compromiso social, sorprende su docencia. A sus 70 años (recién cumplidos) habla como un joven actor, como un adulto al que no le pudieron robar los sueños. Lleno de proyectos, haciendo uno de los malos más malos de la televisión en El Elegido (por Telefe) y trabajando en teatro, tanto actuando como dirigiendo, entre otras tantas ocupaciones, se hizo un tiempo para mantener una entrevista exclusiva con Ciudad.com.
Hace apenas dos días debutó como director general de La Otra, la nueva pieza teatral de Javier Daulte, protagonizada por María Dutil -también es pareja del actor- y Eliana Manzo –quien perdió casi la totalidad de la visión-, en el renovado teatro Sha. Lito no demora en poner en palabras la satisfacción que le devuelve encarar un proyecto así: “Dirigir esta obra es pura expectativa, es un orgullo trabajar con Javier Daulte y un desafío lograr que el espectador esté atrapado en la historia”, dice. Además, sigue apostando a su rol sobre el escenario, y protagoniza (y codirige) Sueño de milongueros, un musical sobre cuentos de Jorge Luis Borges. Con un sinfín de temas sobre la mesa, arranca la charla.
-¿Qué nos puede contar sobre La Otra?
-Creo que el espectador pone el cincuenta por ciento de la totalidad del éxito de la función. En este caso, también la calidad de las actrices hace a los personajes. Ellas deben tocar temas que no han experimentado en sus vidas, como ser parte de un asesinato. Además tiene mucho trabajo corporal: María es coreógrafa y Eliana bailarina. Además, ella justamente debe afrontar un desafío inédito: hacer que ve cuando en realidad es no vidente (tiene una disminución casi total en su visión).
"Me enriquece estar al lado de Pablo Echarri. Me renueva".
-¿Cómo fue la elección de las actrices?
-(Risas, María y Eliana están presentes en la charla). A María (su novia desde hace dos años) la elegí por su temperamento, su emocionalidad; y a Eliana por su mundo ingenuo, su juego.
-Siempre estuviste involucrado con temáticas referidas a la no discriminación, ¿qué significa el apoyo que les da el Inadi?
-Yo he trabajado con gente discapacitada, y la discapacidad no existe. Cuando es externa, como una pierna más corta, se trata; en cambio, cuando es interna, se hace más difícil y ahí está el problema. Trabajé con chicos con Síndrome de Down en El país de Perbrumón, una obra teatral y fue una experiencia lindísima.
-Hablemos de su trabajo en televisión. Oscar Nevares Sosa, su personaje en El Elegido, es un gran malvado. Y hasta hay grupos en Facebook que lo proclaman como el malo más malo de la televisión. ¿Qué opina de eso?
-(Se sorprende) ¡No sabía eso de Facebook! Hacer El Elegido significa un riesgo y siempre me interesa. Muchas veces me pasa que digo cómo hacer de malo y ahora, en la televisión, trato de hacerlo. Me llena de experiencia este proyecto.
"Mi mayor satisfacción como actor es que el público esté retenido con la historia".
-¿Cómo es trabajar con Pablo Echarri?
-Él empezó a los 18 a estudiar conmigo, un largo camino… Me enriquece estar al lado de Pablo. Me renueva.
-¿Cuáles son sus mayores satisfacciones como actor y como director?
-Como actor, la de cada función: que el público esté retenido con la historia. Eso se percibe, la obra la hacemos juntos, el público y los actores. Como director, la satisfacción pasa por el resultado de los actores, porque llegue "el cuento".
-Presentó Sueño de milongueros en distintas cárceles, ¿cómo es "subirse al escenario" de una cárcel para representar una obra así?
-Es una gran responsabilidad y los espectadores responden de igual manera que en el teatro. Y eso que no pagan entrada, ni los obligan a ir.
-Una experiencia completamente distinta… ¿y qué cree que le falta hacer en esta profesión?
-A ver... (se toma un momento para pensar y contesta seguro). Alguna obra de Discépolo o algún Shakespeare. Siempre hay nuevos desafíos…