Delfina llega a su primera entrevista abrigadita, muy tranquila y solamente se la escucha por esos pequeños ruiditos tan típicos de una beba de su edad.
Lissa Vera (37) se convirtió en su mamá el 3 de junio y, aunque en principio el embarazo fue toda una sorpresa, su vida se fue acomodando y ahora la cantante no se concibe sin esta pequeña y, por supuesto, Catalina (6), su hija mayor.
Invitada a #ExpertxsnPañales, la sección en la que los artistas presentan a sus hijos en Ciudad, ambas posaron y Lissa contó su experiencia como mamá.
"Sentí el miedo de cómo iba a hacer, cómo seguir con todo, cómo afrontar un embarazo que no busqué. Pero ahora no me imagino la vida sin Delfina".
-¿Cómo es Delfi?
-Ella es bastante tranquila como la ven, solo tiene algunos problemas cuando quiere comer o dormir, pero ya nos vamos conociendo y entendiendo.
-¿Cómo fueron estos meses?
-De mucha corrida, la verdad. Yo ya tenía una rutina armada con mi hija mayor: el colegio, mi trabajo, Bandana, cualquier cosa que surja. Yo vivo lejos y tenía ya todo esto que te digo bien armado. Entonces con ella tuvimos que rearmar la situación y al principio estaba con los pelos de punta. Pero ahora nos estamos acomodando. ¿Viste que las mujeres tenemos esa cualidad de poder hacer muchas cosas a la vez?
-¿Por qué decidiste contar, al menos en los medios, que estabas embarazada a los 6 meses?
-Sentí el miedo de cómo iba a hacer, cómo seguir con todo, cómo afrontar un embarazo que no busqué. O sea, vino porque quiso de alguna manera. Estaba preocupada y sentía angustia de cómo iba a hacer con el trabajo y con todo. Y bueno, cerré los ojos y pensé "de alguna manera voy a salir adelante". O sea, todas las mujeres en la historia supieron salir adelante con hijos, incluso con muchos más. ¿Por qué no iba a poder yo? En mi caso siempre pensé que los hijos vienen por algo. Ahora no me imagino la vida sin Delfina, más allá de ese miedo cuando vi el test positivo.
-Estabas en pareja con Braian Laguna (26) hace poco tiempo, ¿eso influyó?
-Sí, estábamos hacía poquito y se dio todo como muy rápido. Fue totalmente lo contrario que con mi primera hija. En ese caso yo ya había hecho todo lo que quería hasta los 30 años, si bien estaba en pareja con el papá de Catalina. Pero hasta ese momento había disfrutado de irme de viaje, de salir con mis amigas, me la había dado en la pera, Bandana, de todo... Y de repente tantos años después que me pase esto del embarazo, que no lo había planeado, fue un tema. Pero también pensé que me estaba pasando a los 36 y no a los 14.
-Estás en un buen momento laboral, ¿tenías miedo que el embarazo te complique algunos compromisos?
-Gracias a Dios estoy en un muy buen momento laboral. Sí, lo que me daba miedo también del embarazo es que con mi primera hija me sentí muy mal con ella en la panza, llegué a vomitar 30 veces por día. Con las chicas de Bandana teníamos proyectos, videoclips y no quería sentirme mal y no poder hacerlo. Pensaba "las chicas me van a matar". Y fue todo lo contrario. Ellas lo aceptaron bien, me dijeron que es parte de nuestras vidas. Ya no es como antes que todo estaba muy milimetrado. Somos cantantes y la vida sucede. Me acuerdo que la vi a Beyoncé embarazada con unos tacazos y dije "ya está".
-¿Qué sentiste en esa charla con tus amigas y compañeras de Bandana?
-Fue muy importante el apoyo de las chicas. A veces pienso en todas esas chicas que están embarazadas y no encuentran apoyo a su alrededor. Es muy difícil salir adelante cuando no tenés apoyo. Y eso que yo ya soy grande. Pero una vez que pasás ese "terror" lo vivís de otra manera. Las chicas me ayudaron mucho, mis padres también.
-¿Cómo fue el momento en el que se enteraron ellos?
-Les dije "les tengo que contar algo, estoy embarazada pero no se gasten en decirme lo que ya pensé. Necesito que me apoyen y nada más". Y mi papá me dijo "bueno, te apoyo". Mi mamá es súper feliz, ya tiene 6 nietas entre las dos mías y las cuatro de mi hermana. Trato de llevar mi vida de la mejor manera posible, aunque haya día más complicados que otros. Pero tengo mucha gente alrededor que me ayuda: el papá de Cata está, mis viejos están, mis amigas están. Tengo que agradecer y prenderle una vela a Dios.
-Sos una mujer muy fuerte...
-Sí. Yo siempre digo que yo manejo mi casa, que es un matriarcado. Aunque debo decir que tengo un buen consorte que acompaña y sabe ponerse firme también y ocupa su lugar.
-No lo estábamos nombrando hasta ahora...
-Él no quiere que lo nombre mucho.
-¿Pero están juntos?
-Sí. Va y viene. Casi que podríamos decir que convivimos, pero "ilegal". ¿Viste cuando cruzás la frontera sin documentos?
-¿Vos querés papeles?
-Claro. Yo quiero formalizar. Quiero un casamiento y todo. Creo que es importante. Se ha hecho durante miles de años y funciona. Soy bastante tradicional en eso. A pesar de que soy muy libre. Pero tengo mi base, no puedo andar por el aire como un colibrí. Me parece que hay cosas que hay que llamarlas por su nombre. Esto de "estoy pero no estoy, mañana me levanto y no me acuerdo quién sos", no me parece. Cuando uno da su palabra la tiene que cumplir hasta el final. Hay casos y casos, no me quiero meter en la historia de los demás, pero para mi historia quiero esto.
"Yo quiero formalizar con el papá de Delfina. Quiero un casamiento y todo. Creo que es importante. Se ha hecho durante miles de años y funciona. Soy bastante tradicional en eso. A pesar de que soy muy libre. Pero tengo mi base, no puedo andar por el aire como un colibrí. Me parece que hay cosas que hay que llamarlas por su nombre".
-Buscás a un compañero de vida, entonces.
-Sí. Pero bueno, por ejemplo, ahora mi novio me dice "qué fría que sos". Aparte de que soy cero celosa, entonces no jodo. Solo una vez le revisé el celular para hacerle bullying y lo apodé "el tira tiros de Zona Norte". Igual se enojó, pero vio que no le hice drama sino más bien era un chiste y ahora se lo toma a risa. Fue al principio, ya pasó. Que no lo haga ahora porque directamente le pongo laxante en la comida. O sea, ¡portate bien porque yo también me porto bien! Es cuestión de seguir por más que sé que en algún momento lo voy a querer patear o él a mí. O sea, amo el casamiento y el amor para siempre porque sé que el amor no se termina con el "no tenemos más piel". Una vez que vos traspasás eso, llegás a amar a la otra persona. A pesar de que no me salió la primera vez, no me arrepiento ni de la relación ni de haber tenido a Catalina con él. Pero sigo buscando a ese compañero que sienta lo mismo que yo.
-¿Te gustaría tener otro hijo?
-Sí, me gustaría tener un varón. Además, entendí que es un sacrificio que se hace ahora y después es todo alegría y verlos crecer, contentos. Veo a mis papás después de tener cinco hijos, y sufrir todo lo que sufrieron por ejemplo a nivel económico, y son un gran ejemplo para mí.
-¿Cómo es la relación entre Cata y Delfi?
-Se llevan bien. Cata es muy sensible, creo que salió a mi mamá, que también es muy dulce. Porque el papá de Cata es un "monstruo" igual que yo, éramos Grinch y Frozen. Nos juntamos y salió Catalina, que no tiene nada que ver con nosotros dos. Ella es de virgo y es recontra sensible. Cata por ahí tiene ese drama que quizá la abrazo más a Delfi que a ella, entonces le agarra por ese lado. Yo le digo que ella ya es más grande. Igual, no te creas que la abrazo mucho a Delfina... Cuando me empiezan a abrazar yo me hiperventilo, ja, ja, ja. ¡No me gusta que me abracen ni mis hijas!
-¿Por qué?
-Por ahí siento que demuestro más con hechos. O sea, las abrazo de vez en cuando, les doy un beso. A veces parece que tengo el corazón metido en un freezer, que lo saco, le hago RCP para darles un beso a mis hijas y lo vuelvo a congelar por las dudas antes de que pierda la cadena de frío, ja, ja. Quizás sea porque en mi familia no nos "toqueteábamos" tanto y demostramos más el cariño estando cuando nos necesitan. Por ejemplo, si papá y mamá nos necesitan, por más que estemos en distintas partes del mundo, caemos los cinco hermanos, a pesar de que estemos repartidos por el mundo.
-¿Sos de llorar?
-En el fondo soy bastante sensible. Quizás cuando las cosas me sobrepasan, pero generalmente me seco las lágrimas, me acomodo la máscara de pestañas y sigo.
-¿Cómo hacés con las demostraciones de cariño de tus fans que te siguen desde el comienzo de Bandana?
-Los fans ya saben que no me gustan los abrazos. Me puedo quedar horas charlando con ellos, no tengo drama, pero saben que no se me pueden tirar encima porque no me gusta. Por ahí dejo que me abracen un poco al principio y después les digo "saben que esto me hace mal".
-¡Y no queremos ver a Lissa enojada jamás!
-No. Se me apaga la tele. O sea, no me gusta decir esa típica frase "ay, si yo me enojo...", pero no lo controlo. Y no me gusta enojarme porque cuando me pasa soy bastante heavy.