Algunos en público y otros en voz baja. Pero una cosa es cierta: todos se quejan.
La noche del martes hizo explotar al Negro Álvarez. Las extensas participaciones de los mediáticos Juana Viale y Federico Bal, lo dejaron fuera del programa y no pudo "bailar" su reggaeton. Cuando un productor se acercó a comunicárselo, el humorista ya se había quitado la ropa de baile y estaba partiendo hacia su domicilio. Una vez que salió de la productora, decidió renunciar. No es primera vez, que los mediáticos arrasan con los artistas con trayectoria.
En el 2012 (en esta misma época del año), Charlotte Caniggia ocupó toda una emisión y Florencia Peña quedó desplazada. La actriz se encerró en su camarín a maldecir, llorar y también renunciar, aunque luego los productores la convencieron de continuar.
Por otra parte, otro tema habitual es "denunciar" privilegios. Este año, hay varios señalados: Carmen Barbieri, Flor del V, Juana Viale, Lourdes Sánchez, y Luciano "El Tirri". Los motivos también son similares a los de otros años, y el resultado es que ninguno gana el Bailando. Esa mochila les juega en contra en la votación telefónica del público.
Entre las quejas del jurado, también se repiten los enfrentamientos con Este es el Show, que se encarga de criticar a los evaluadores. Sin dudas, a la que menos le interesan esas críticas es a Nacha Guevara, que después de su polémica con Solita Silveyra, decidió no darle más notas al ciclo. Todos se enojan con el programa dedicado a alimentar la polémica.
Los que no soportaron la presión de ser criticados fueron Carmen Barbieri, Flor de la V, Agustina Kampfer, Gladys Florimonte y Anita y El Bicho. Carmen se fue ofendida después de su último baile, anunciando que no estaría en la sentencia y pidiendo que la manden al teléfono. La ex novia de Amado Boudou pedía por favor que no le nombren al vicepresidente. Nada le causaba menos gracia. Gladys, la primera eliminada, comentaba en los pasillos que el jurado la perjudicó mandándola al teléfono contra el "call center" de Alberto Samid. Anita y El Bicho no se toleraban y amagaron con la renuncia varias veces, hasta que ella concretó la despedida, y él no tuvo más remedio que seguirla. Y De la V, que renunció cuando Nacha Guevara le dijo que chequeara las planillas de rating, poniendo en duda su popularidad. Luego, exigió que no le comenten sus monólogos, y con esa condición volvió. Otro caso es el de Veronica Ojeda, que también amenazó con renunciar tras el evento de presentación, cuando Matilda Blanco criticó su vestido para la foto del elenco.
Evidentemente, el Bailando no es para sensibles ni débiles, y tarde o temprano la mayoría termina cayendo en el juego y compitiendo ferozmente por ganar. Más que por los sueños, por el EGO.