Cuando menos se lo imaginaba en un año atípico por la pandemia y la cuarentena, y mucho menos la cuenta de su perfil artístico, a Leticia Siciliani (28) le llegó la propuesta de sumarse a MasterChef Celebrity. Y la primera reacción fue de duda. "Me encanta el programa como espectadora, pero no me imaginaba ahí", reconoció la actriz en diálogo con Ciudad.
Sin embargo, conversó el proyecto con sus amigos y aceptó el desafío de ser parte del reality culinario que comenzará este lunes a las 22.30 por Telefe, con la conducción de Santiago del Moro, e irá de lunes a jueves a las 22.30 y los domingos a las 22. El jurado de lujo estará integrado por Donato de Santis, Damián Betular y Germán Martitegui, y allí Leticia competirá con Roberto Moldavsky, Federico Bal, el Polaco Cwirkaluk, Iliana Calabró, Claudia Villafañe, Claudio Turco García, Analía Franchín, Boy Olmi, Patricia Sosa, Martín Mono Fabio, Vicky Xipolitakis, Ignacio Sureda, Sofía Pachano, Belu Lucius y Rocío Marengo.
Satisfecha por participar del certamen de talento culinario, Leticia además hizo un autocrítico balance sobre cómo transita la cuarentena: "No me hice ningún chequeo médico en este tiempo y me parece súper mal de mi parte. Pero porque además me cuesta mucho activar. MasterChef lo grabamos dos días a la semana y también me canso. Siento que el encierro generó algo en los cuerpos. Y encima yo estuve muy encerrada, lo disfruté y ahora me está costando salir de nuevo al mundo".
"Me encanta MasterChef como espectadora, pero no me imaginaba ahí.Acepté más por el deseo de mis amigos de verme ahí que por mi deseo de estar ahí cocinando".
-¿Qué pueden esperar de vos? ¿Que le pongas onda o que te reveles como una chef espectacular?
-Creo que un poco de las dos cosas. En mi casa sorprendo todos los días, pero la realidad es que MasterChef es muy difícil. Hasta ahora hay un poco de todo. Hay humor, al menos es lo que intento: ponerle onda cuando las cosas me salen bastante mal. Pero también me emociono cuando las cosas me salen bien. Es una mezcla de todo.
-¿Cómo llegaste al reality?
-La realidad es que me buscaron, muy para mi sorpresa. Más allá de la pandemia, tenía cerrado un año con un montón de proyectos. Iba a estar en el Bailando, hasta había empezado a ensayar y todo. Pero todos sabemos que no se dio esa posibilidad y estaba esperando que saliera el Bailando o viendo qué pasaba. La verdad es que al principio no me veía en MasterChef. Cuando me lo propusieron me pareció espectacular que me convocaran, sobre todo por el formato, porque amé trabajar en Telefe las veces que estuve y reencontrarme con la gente me encanta. Pasa que no me veía yo, no me imaginaba ahí. Hasta que empecé a hablar con amigos que me decían que era lo más, que era re divertido, que lo haga porque me iba a encantar. Así que al principio acepté más por el deseo de mis amigos de verme ahí que por mi deseo de estar ahí cocinando.
-¿Y ahora que ya vas por la tercera semana de grabaciones?
-Creo que me hubiera arrepentido mucho si decía que no.
"Yo no creo que vaya a cocinar nunca más en mi vida, no me interesa, pero está bueno aprender ciertas cosas, ver a gente que sabe. Lo que más me atrae es probar cosas".
-¿Dónde te imaginabas llegando más lejos? ¿En el Bailando o en MasterChef?
-Creo que estoy cabeza a cabeza con las dos cosas, que cocinando bailo bien, y que bailando cocino bien, ja. Pero en lo mal que lo hago, ja. Tirando para abajo. Yo pienso en MasterChef y está difícil, pero siempre se puede sorprender porque la idea también es aprender.
-¿Estás aprendiendo?
-Sí, obvio. Por ahora poco. Además, soy bastante colgada y me empiezo a reír con otras cosas, con mis compañeros. Pero obvio que hay tres jurados que saben un montón, que dan devoluciones que están buenas para aprender. Después yo no creo que vaya a cocinar nunca más en mi vida, no me interesa, pero está bueno aprender ciertas cosas, ver a gente que sabe. Lo que más me atrae es probar cosas.
-¿Sos receptiva en las devoluciones o más bien los mandás a freír churros?
-Las dos cosas. Soy súper receptiva en las devoluciones de los jurados, pero no me callo las cosas si creo que no están bien. Además, elijo tomarme las cosas con humor y es mi personaje. Ahí van a ver a mi personaje, porque yo no soy así. Soy actriz, me gusta actuar y cuando voy a un reality me gusta hacerlo.
"Fuera de mi personaje soy muy sensible, un llanto todo el tiempo. Si me dicen algo malo me pongo a llorar. Soy cero como el personaje ese que monto. Pero me gusta escudarme en eso, porque me siento cómoda y tranquila".
-¿Cómo serías si no te pusieras en modo personaje?
-Fuera de mi personaje soy muy sensible, un llanto todo el tiempo. Si me dicen algo malo me pongo a llorar. Soy cero como el personaje ese que monto. Pero me gusta escudarme en eso, porque me siento cómoda y tranquila.
-¿Ya te hiciste compinche con alguien?
-Sí. Con el Turco García me la paso haciendo chistes y… bueno, no puedo contar, pero me han pasado cosas como que me olvido que estoy cocinando, me quedo hablando y la comida sigue ahí. Me divierten esas cosas.
-¿Qué plato prepararías en tu casa si tuvieras invitados?
-Lo que mejor me va a salir si recibo invitados a cenar a casa va a ser llamar a alguien para que traiga la comida ya hecha, seguro. Y si es de canje, mejor. Pero yo hago muchas comidas que son de invierno. Me gustan los guisos, la polenta y todas esas cosas que comía en mi casa. No es que al crecer me gusta la comida asiática o cocino veggie. Yo cocino lo que me cocinaba mi mamá. Y es lo que me gusta comer.
"Lo que mejor me va a salir si recibo invitados a cenar va a ser llamar a alguien para que me traiga la comida ya hecha, seguro. Y si es de canje, mejor. Me gustan los guisos, la polenta y todas esas cosas que comía en mi casa".
-¿Cuál es tu comida favorita?
-Tengo varias. Pero el pastel de papas es uno de mis platos favoritos. Además soy muy fanática del asado y las milanesas. Soy básica para comer, tengo un paladar básico, pero esas cosas tienen que estar bien para que las coma. No como cualquier milanesa, asado o pastel de papas.
-Muchos artistas consagrados, como Enrique Pinti o Nacha Guevara admitieron que necesitaban salir a trabajar. ¿En qué situación financiera te agarró la cuarentena por la pandemia?
-La realidad es que el año pasado trabajé poco, pero en la primera mitad del año hice tele. Entonces, tenía ingresos y además venía del 2018 en que trabajé todo el año. No tengo una gran capacidad de ahorrar. Para nada. Si tengo plata me gusta gastarla con amigos, compartirla y disfrutar, y cuando no la tengo, no la tengo. No me lamento por eso. Pero en esta profesión uno está acostumbrado a estar parado por meses, por eso no me chocó tanto. Aunque en cierto momento uno lo necesita al ver que van bajando tantos los ahorros, y sobre todo me chocaba más por ver a mis amigos que siempre trabajaron y ahora no. Era duro ver que a mis amigos los afectaba más, y ni siquiera por lo económico sino por la cabeza, por estar siete meses sin hacer algo ni saber qué va a pasar. Si bien pasé una situación difícil, sé que tengo un entorno que si me caigo alguien me va a levantar. Tengo esa suerte y sin dudas soy una privilegiada.
"De repente era una persona que no le daba mucha bola a Instagram, pero me vi en la obligación de empezar a hacerlo porque fue el sostén durante todos estos meses. También entendí que es un trabajo y un negocio que ayuda mucho".
-Y te reconveriste trabajando con Instagram como “influencer”...
-Sí. De repente era una persona que no le daba mucha bola a Instagram, pero me vi en la obligación de empezar a hacerlo porque fue el sostén durante todos estos meses. También entendí que es un trabajo y un negocio que ayuda mucho. Y si uno lo trabaja, se puede vivir de eso. Pero hay que dedicarle mucho tiempo y no tengo tanta paciencia. Ahora le estoy dando bola.
-¿Lograste adaptarte al teatro vía streaming?
-No hice nada por zoom. De hecho, casi que no hablo por videollamada porque me aburre, me estresa. No puedo. Solo hice una videollamada el día de mi cumpleaños y porque mi familia me obligó. Después, en los cumpleaños de mis familiares me metía un rato en el Zoom y me iba. Después, solo hice una función por Delia con mi compañera Kari Hernández, que además es directora del teatro, que habíamos hecho para que esté por 48 horas en una plataforma. ¡Pero quedé re estresada! A los 40 minutos le preguntaba si lo podíamos terminar porque no me divertía, no la pasaba bien. Sí me divierte hacer entrevistas, ir a un canal, pero a través de la cámara no. Me siento más de la generación analógica.
-Sos como Darío Barassi, que a pesar de ser joven dijo le cuesta muchísimo el tema de las redes porque necesita el ida y vuelta con el público.
-Tal cual. Los actores vivimos del aplauso, las miradas, carcajadas y reacciones del público. Nos gusta actuar, pero vivimos del aplauso, las risas o las caras de ojete, salir y ver a los espectadores en la calle, ir a comer después. Me gustan esas cosas. Me dolería mucho que a partir de ahora la nueva forma de hacer teatro sea así, que no creo que ocurra. Pero por un largo tiempo puede ser así.
"Me siento más de la generación analógica. Me dolería mucho que a partir de ahora la nueva forma de hacer teatro sea vía streaming".
-Si no te gustan las videollamadas, ¿cómo te comunicás con tus afectos?
-Por WhatsApp, sobre todo textos porque no me gusta que me manden audios eternos y no quiero hacerle eso al resto, o llamadas telefónicas. Pero tampoco me comunico tanto. Sí con mis papás, Ida (66) y Norberto (69), porque no los veo hace muchos meses y los re extraño. Creo que es lo más duro de este proceso, porque ahora que empecé a trabajar menos los puedo ver, más allá de que en Telefe cumplen todos los protocolos. En estos meses solo los fui a ver dos veces, y ninguna de esas veces los pude abrazar. La primera vez pensé en que prefería ni ir porque era más angustiante no poder acercarme a ellos que hablarles por teléfono. En algún momento volveré a verlos, aunque sea a través de una ventana. Esto es lo más duro de todo.
-Se te nota muy prudente en este aspecto.
-Es por cuidado y cariño. Si a partir de los 60 son pacientes de riesgo, elijo cuidarlos. Pero por un tema de mi consciencia. Me voy a sentir mejor haciéndolo así. Creo que me sentiría mal si pasara algo y yo fuera la responsable.
-¿Cómo te manejás con Margarita (8), la hija de Griselda y Adrián Suar?
-Antes las pocas videollamadas que hacía eran con ella, o la pasaba a ver de lejos cuando había cuarentena estricta, pero ya había pasado dos meses de que no la veía. Ahora que se pueden hacer las reuniones al aire libre nos juntamos para caminar o vamos a tomar algo porque es obvio que la re extraño. También tengo a Simón (6), el hijo de mi hermana Marilina (37), que vive en San Luis y no lo veo hace un año y es tremendo. A él sí le hago más videollamadas. Con lo sobrinos es tremendo, porque lo re entienden pero a la vez los re angustia. Ellos extrañan mucho a sus abuelos.
"Antes las pocas videollamadas que hacía eran con Margarita. Pero ahora que se pueden hacer las reuniones al aire libre nos juntamos porque es obvio que la re extraño. También tengo a Simón (6), el hijo de mi hermana Marilina (37), que vive en San Luis, no lo veo hace un año y es tremendo".
-¿Hacés alguna actividad para despejarte y salir de tu encierro?
-Trato de salir a andar en bici todos los días por donde pinte. Como no tengo bici, uso las de la ciudad de Buenos Aires que se pueden usar por media hora y después hay que esperar 15 minutos para volver a usar otra. Entonces, hago circuitos de media hora, espero y vuelvo. ¡Soy una rata! Encima tengo que encontrar una que le funcionen los frenos, que tengan las gomas infladas. Si Horacio Rodríguez Larreta le puede poner pilas a eso sería genial, ja.