El escándalo estalló con la fuerza de un huracán y, sin embargo, los protagonistas siempre mantuvieron la calma. Embarazada de seis meses, Amalia Granata realizó una producción de fotos junto a Leonardo Squarzon para la tapa de la revista Caras. Lejos de la crisis, la pareja se mostró sonriente y enamorada para la cámara.
El empresario decidió romper el silencio y hablar en profundidad de su infidelidad con Paula Linda. “Creo que se hizo mucho daño, sobre todo a ella que es mamá de dos criaturas, se habló de más y se dijeron cosas que no son verdad”, comenzó el (también) profesor de tenis. “Estoy en un momento de autocastigo, me replanteo lo que hice todo el tiempo y me siento en deuda con ella y lo estaré por mucho tiempo. Sé que la amo y al mismo tiempo me doy cuenta que no la cuidé. La pasé mal y la sigo pasando mal a una semana de todo lo que viví. Y a medida que transcurren los días y me reintegro a mis actividades normales me sigo angustiando”, confesó Squarzon.
"Estoy en un momento de autocastigo, me siento en deuda con ella y lo estaré por mucho tiempo. ¡Me muero de vergüenza cuando leo esas conversaciones o me escucho hablando al pedo!".
“Ella me perdonó porque hay amor y porque en estos seis meses que estamos juntos formamos una familia increíble. Yo ya estuve casado antes, seguí todo lo políticamente correcto al pie de la letra y sin embargo no funcionó”, declaró sobre su pasado matrimonio con la modelo Soledad Solaro. Además, Squarzon reveló detalles del momento en que confrontó a Granata. “Yo le dije ‘dame uno o dos días que acomodo mis cosas y me voy’. No me esperaba la respuesta y el perdón de ella porque pensaba que no tenía demasiadas chances. Yo me pongo en su lugar y no hubiera perdonado”, reconoció el empresario, que también fue vinculado a la exvedette Alejandra Pradón.
“Estuve una sola vez con Paula, nos vimos una vez y ya con eso me bastó. Nunca podría tener una relación paralela con nadie. Yo soy el tipo más feliz del mundo con la llegada de Roque. Tal vez se apuraron los tiempos y llegó todo de golpe y nos agarró con muy pocas cosas armadas como pareja”, destacó autocrítico. “¡Me muero de vergüenza cuando leo esas conversaciones o me escucho hablando al pedo! Me da vergüenza ante ella que es la única persona a la que le rindo explicaciones. Hoy mi vida pasa por Amalia, Uma y Roque”, concluyó.