El clima de la pandemia, sumado a la ruptura de su noviazgo de más de dos años con Nicolás Cabré en plena cuarentena, hicieron Laurita Fernández viva días de dolor, que poco a poco van cicatrizando.
“Apagar la ansiedad no era nada fácil”, aseguró la flamante conductora de Cantando 2020 junto a Ángel de Brito, en la revista Gente. “Entre lo económico, que para que no te afecte esta crisis sanitaria tenés que estar en otra liga y no dentro del grupo de incertidumbre como yo...”, reconoció, al tiempo que se sumó la imposibilidad de visitar a su abuela que vive en un geriátrico y cumplió 92 años.
"Me resultó súper valiosa, porque me dio más confianza en mí misma e hizo que recuperara la autoestima. Fue duro, pero me lo pude bancar".
Así Laurita se abrió a contar cómo vivió, y aún transita, esos días enrarecidos: “No sabiendo a dónde escapar y qué pared arañar. Me sentí como presa en mi propia casa. Justamente, lo que más necesitaba era salir a correr y llorar, pero no lo pude hacer”, confesó, detallando que fueron clave los amigos dando su apoyo en videollamadas y la terapia online.
“Empecé a trabajar espiritualmente y la introspección, que me resultó súper valiosa, porque me dio más confianza en mí misma e hizo que recuperara la autoestima. Fue duro, pero me lo pude bancar”, reveló. “Enfocarme más en evolucionar que en la idea de reconstruirme me salvó. También pienso que si la pandemia no te cambió nada, no sirve el esfuerzo en lo más mínimo”, destacó Laurita Fernández sobre cómo se enfoca hacia el futuro sin Nicolás Cabré.