Cuando llegó de Nueva York, Laurita Fernández se puso en cuarentena. A los pocos días, el Gobierno dictó el asilamiento social, preventivo y obligatorio para todos los ciudadanos, hayan viajado o no. Por eso, el encierro de la bailarina se extendió sin cortes.
En su edificio se rompió un caño y Laurita tuvo que mudarse a la casa de Nicolás Cabré. Sin embargo, a pesar de la compañía del actor, ella no la pasa siempre bien. Sincera, contó a través de sus redes sociales que sufrió una "crisis" y les preguntó a sus seguidores si también les pasó.
"¿No les pasa que hay días que la llevan bárbaro y otros se sienten para el orto?", les consultó través de sus historias de Instagram.
Sincera, contó que a diferencia de otros no encuentra motivación: "No tengo ganas ni de hacerme las uñas, ni cocinar, maquillarme, cantar, bailar, hacer gym, yoga...".
Una seguidora le contó que estaba embarazada, que se enteró hace dos días y Laurita se mostró sorprendida e hizo una divertida reflexión. "La cantidad de hijos que van a nacer en diciembre con este encierro... Y divorcios después de la cuarentena ni te cuento...", agregó risueña.
Luego, la actriz y bailarina admitió que no siempre la pasa tan mal: "Yo el otro día me puse en dope (con una lata me alcanzó porque no acostumbro a tomar) y bailé Dua Lipa sola, a todo lo que da, disco en casa. Pero no puedo vivir así, ja, ja".
¡Ya pasará!