De la (casi) siempre fría Rusia a la calurosa México sin escalas. Luego de su participación en el último mundial, Marcos Rojo armó las valijas, agarró el pasaporte y partió en familia para unas merecidas vacaciones.
El defensor de la Selección Argentina eligió las increíbles playas de Tulum para pasar unos días junto a su mujer, Eugenia Lusardo, y su hijita, Morena. Muy enamorados, el defensor y su esposa hicieron caso omiso a las miradas curiosas y se prodigaron varios mimos.
El futbolista del Manchester United lució su musculoso cuerpo tatuado con una original malla cortita. Por su parte, Eugenia eligió un clásico traje de baño de dos piezas: la de arriba, verde; la de abajo, negra.
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