Verborrágica, polémica, médiatica. En las últimas semanas Érica García (41) mostró un altísimo perfil en los medios, de la mano con su deseo de ganarse un lugar en los medios. Y su escandaloso affaire con Fabián Doman (51) le dio varios minutos de aire, numerosas url en los portales y algunas páginas en las revistas. Sobre todo después de asegurar que está embarazada, aunque tras sembrar el misterio aclaró que el padre no es el periodista.
En medio de todo eso, la cantante mostró su costado más hot en una producción de fotos muy sexy para la revista .
“Lo de Doman fue un simple histeriqueo, un touch and go. Todas las mujeres hacemos eso, sólo que yo quedé expuesta. Nada grave. Tuvimos muy buena conversación con las otras dos personas (camareros) que compartieron un rato nuestra mesa. Luego entré en black out y no recuerdo más hasta el día siguiente, pero eso prefiero olvidarlo”, contó Érica, que prefirió no dar a conocer la identidad del padre de su bebé.
Enfocada en su carrera, se refirió a sus deseos a futuro: "Me interesa hablar de mi llegada a la TV. Estoy haciendo mis primeros pasos como conductora. Le está gustando mucho a la gente y a los productores, que sólo me imaginaban tocando la guitarra. Estoy muy contenta con esta faceta: vibro algo bueno".
"No tengo idea si alguna vez estuve enamorada. Yo la paso re bien… Eso debe ser ese estado: enamorada de la vida, de mi trabajo, de mis amigos, de mi vocación, de la ciudad, de la gente. Por eso no le doy tiempo al amor ni a conocer a alguien. Como me siento muy bien, no tengo una carencia afectiva que me haga buscar pareja”.
Por otro lado, aseguró que se siente como más sex appeal que a los 20 años: "Yo bebí de la misma sangre que Mick Jagger. Cada día que pasa tengo más levante… Así hasta los 120 años".
¿Si alguna vez estuvo enamorada? "No tengo idea. Yo la paso re bien... Eso debe ser ese estado: enamorada de la vida, de mi trabajo, de mis amigos, de mi vocación, de la ciudad, de la gente. Por eso no le doy tiempo al amor ni a conocer a alguien. Como me siento muy bien, no tengo una carencia afectiva que me haga buscar pareja”, dijo.
Por último, cerró: “Soy una samurái de la palabra. El que se atreve a molestarme, sabe lo que le espera”.