Cuando Romina Malaspina (20) ingresó a Gran Hermano 2015 en las redes sociales hubo unanimidad de comentarios en que se trataba de la más bella y natural de las hermanitas y,si bien la opinión de la gente no cambió, el autoestima de la rubia se derrumbó. Al igual que le sucedió a una diosa como Silvina Luna en su paso por la casa más famosa en la segunda edición del reality, la ansiedad también dejó su marca en el cuerpo de la marplatense y sumó unos ocho kilitos.
Esos complejos quedaron en en el olvido ya que Romina recuperó la figura que tenía antes del comienzo del reality y posó muy provocatica para la revista Playboy Argentina. Claro que la capacidad de ratonear que tanto desveló a Francisco Delgado se mantiene intacta: "Todo lo que comí en GH se me fue a la cola", declara con picardía en la publicación.
Las fotos de la revista del conejito derriban los mitos y miedos de Romina Malaspina, que se consolida como una verdadera hermosura.