En esta era 2.0 la fama puede sorprender a youtubers, instagramers y tik-tokers mientras aún se desenvuelven en ocupaciones que nada tienen que ver con lo que muestran en las redes. Esto fue lo que le pasó a Kevsho, cuyo canal de YouTube hoy cuenta con más de cuatro millones de suscriptores. ¿Cómo se dio cuenta de que sus videos gustaban de verdad?
Kevin Roberto, que se reconoció ante revista Pronto como un tímido y vergonzoso que necesitó tomar clases de teatro para "soltarse un poco", contó que la cosa se le fue de las manos cuando sus seguidores empezaron a acercarse al local de comidas rápidas en el que trabajaba en un puesto con mucha exposición: la caja.
"En 2014 empecé a reseñar libros en la web. Fui creciendo en cantidad de suscriptores en mi canal, de a poco empecé a mechar sketches, otros contenidos, y llegué a los 100 mil suscriptores. Todo esto, trabajando en una famosa cadena de hamburguesas", dijo.
En esa época, Kevsho tenía 17 años y estaba terminando la escuela. "El local estaba en la peatonal de Mar del Plata, yo tenía 350 mil suscriptores, la gente me reconocía y me venían a pedir fotos porque se empezó a correr la bola de que laburaba ahí", recordó.
"El local estaba en la peatonal de Mar del Plata, yo tenía 350 mil suscriptores, la gente me reconocía y me venían a pedir fotos".
Hasta que el chico que se hizo famoso por su fanatismo por Harry Potter decidió dar vuelta la página y pegar el salto. "Creció todo tanto que renuncié al trabajo y eso me dio miedo porque era mi único ingreso estable", señaló.
¡Una locura! Las nenas venían, gritaban, y nadie entendía por qué estaban gritándoles a un cajero en un Mc".
A partir de ahí, todo fue para arriba: Kevsho señaló que se enfocó en crear sketches para su canal y en 2016 se viralizó uno que había hecho por el Día de la Madre. Tal fue su impacto que llegó a los medios. "Salía la noticia todo el tiempo en TN y mi familia no lo podía creer".
Con esa fama consolidada, a Kevin le empezaron a surgir viajes de trabajo a Londres, Perú, Chile y otros lugares.