"Cuando mi abuela tuvo su salón de belleza, eran otros tiempos y recuerdo que siempre le reclamó a mi abuelo que no pudo seguir trabajando y tuvo que cerrarlo por él. Siempre me gustó el ambiente, quizás por ella es que me dedico a esto", recuerda con ternura Kennys Palacios.
Su voz cálida cruza el Atlántico para responder a las preguntas de Ciudad. Se toma su tiempo, habla pausado. A sus 33 años, vive en París, la meca de la moda del mundo. Kennys, en esta entrevista exclusiva, habla sobre el comienzo de su carrera, su familia, su pareja a distancia y la relación que entabló, gracias a su trabajo, con las mujeres argentinas más reconocidas del momento.
-¿Cómo es tu vida hoy?
-Estoy instalado en Francia hace unos meses. Con proyectos a futuro, con muchos sueños todavía por cumplir. Estoy feliz y contento, estar con Wan (N. de la R.: es el estilista personal de Wanda Nara), ayudándola con el tema de su empresa maquillajes y demás.
"Estoy instalado en París hace unos meses. Es la ciudad de la moda y amo ver las tendencias"
-¿Cómo te adaptaste a la vida en París?
-Había estado en 2019, antes de la pandemia, en Milán y en París. Durante la pandemia estuve en Argentina y ahora volví a vivir en Europa. Ya conocía la ciudad y en Milán me pasó algo similar: ves a las modelos en la calle, fotógrafos, es el lugar de la moda literal. Con el tema del idioma, la verdad es que no sé hablar francés; pero inglés, sí. Además, me junto mucho con gente que habla español. París es la ciudad de la moda, amo ver tendencias de maquillaje, pelo y cómo las chicas y los chicos se animan a salir lookeados con todo encima y nadie se sorprende.
-¿Cómo te iniciaste en el mundo del estilismo? Sé que tu abuela era peluquera también, ¿tuvo influencia?
-Mi abuela tuvo su salón de belleza cuando era joven. Pero eran otros tiempos y recuerdo que ella siempre le reclamó a mi abuelo que no pudo seguir y tuvo que cerrarlo por él. Siempre me gustó el ambiente, quizás por ella, y cuando terminé la escuela pensaba estudiar en la facultad pero un día todo cambió.
-¿Cómo fue ese cambio?
- Estaba viendo el canal Ciudad Magazine y daban el programa de Leo Paparella, un reconocido peluquero. Había un número de teléfono y llamé para empezar el curso que duraba un año en su escuela. Ahí se conecta todo porque, fijate cómo son las cosas, mi abuela fue la primera que me compró mi muñeca de práctica, el secador y todo lo necesario. Así comencé.
-¿Cuándo empezaste a trabajar de lo tuyo?
-A los tres o cuatro meses de estar haciendo el curso, me ofrecieron pasar al salón de Leo para atender clientas, pero no me sentía preparado ¡así que no me presenté al trabajo! Cuando me volvieron a decir no lo pensé dos veces. Probé, pero ese mismo día una clienta me hizo llorar por lo mal que me trató. Por suerte ahí estaban mis compañeros, me alentaron y seguí también gracias a ellos.
-¿Cómo es el ambiente de la peluquería y el maquillaje?
-Es complicado y competitivo. Por suerte yo apenas empecé estaba en una peluquería, donde era el más joven y entonces no tuve esa rivalidad, al contrario. Me acuerdo de Marisa, Ofelia, Julia que me enseñó a hacer trenzas, brushing. Después laburé en otra peluquería, que éramos todos jóvenes y sí se notaba más la competencia. Es duro, pero por suerte nunca me la creí ni me la creo y siempre tuve y sigo teniendo los pies sobre la tierra. Sigo en contacto con muchos compañeros y siempre me llevé bien con todos.
"Lo que más me gusta de mi trabajo es poder ver el cambio y embellecer a las mujeres"
-¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
-Poder ver el cambio y embellecer a las mujeres, jugar con los colores, ver el detrás de escena de una novela o producción, viajar, conocer nuevos lugares. Viajé mucho por el interior y siempre fui muy feliz de conocer diferentes lugares, formas de trabajar, tanto en Argentina como en Europa. Disfruto muchísimo mi trabajo, ver el antes y el después.
KENNYS PALACIOS CUENTA CÓMO ES SER EL ESTILISTA DE LAS FAMOSAS
-¿Cómo fue la propuesta de Wanda de que te vayas a París a trabajar con ella? ¿Tenés exclusividad o podés hacer otras cosas?
-Con Wan tenemos una amistad de muchos años, más allá de lo laboral. Ella estaba en Gran Hermano en Italia y vine con eso y la ayudo con lo del maquillaje, estoy feliz de poder acompañarla y crecer a su lado. Acá en París, además, estoy tratando de armarme un camino, conociendo gente y ver qué me va deparando el futuro.
-¿Cómo fue tu experiencia con otras súper famosas que has trabajado (N. de R. Kennys es estilista de figuras como Karina Jelinek, Barbie Vélez, Charlotte Caniggia, Nancy Dupláa, entre otras)?
-Tuve la posibilidad de trabajar con muchísimas figuras de Argentina. Me acuerdo que fui a laburar a Punta del Este y Estefi Novillo tuvo la amabilidad de aconsejarme y acompañarme y pude hacerlo yo y fue re lindo. Con Susana (Giménez) el año pasado cuando estuvo en París fue espectacular. Es un amor de persona, me quedo con sus palabras para mí y para mi trabajo. Karina Jelinek, por ejemplo, es mi amiga, conviví con ella, vivimos muchas cosas lindas, también otras tristes y ella siempre me sorprendió con cosas, actitudes. Hasta me ha organizado cumples sorpresas, me consiente, me pide comida que me gusta, sabe lo que me gusta comer y me lo pide.
- ¿Con Wanda te pasa algo parecido?
- Y con Wanda lo mismo, somos amigos, vivimos cosas buenas y no tanto. Pienso que el trabajo también se construye así, desde cómo te llevás con esa persona y cómo te relacionás. Y lo más importante es divertirse también.
-¿A qué famosa le cambiarías el look y qué le harías?
-¡A Vicky Xipolitakis! Es alguien que me inquieta mucho por su look. Le sacaría todos esos kilos de pelo postizo que tiene. He laburado con ella y es lo más pero le cambiaría un poco el look. Le sacaría todo ese "cortinaje" que tiene y que use su propio pelo. También le cambiaría ese delineador negro que usa. La he maquillado y me sacaba el lápiz y se lo hacía ella, muy marcado. ¡Se metía el lápiz negro a lo loco! Creo que le quedaría mucho mejor otro estilo.
"Estoy de novio hace 8 años, mi pareja vive en Buenos Aires, trabaja allá, tiene una cervecería. Estuvimos acá, nos fuimos a Roma, paseamos mucho pero por ahora sin convivencia. Nos llevamos muy bien así, en casas separadas. Pienso que el amor a la distancia es lo mejor".
-¿Tenés otros proyectos además de tu trabajo del día a día?
-Estoy muy ilusionado con un gran evento del que voy a ser parte pronto. Se llama Bright Black Fashion es una plataforma en donde se van a buscar nuevos talentos de maquillaje, modelos, fotógrafos y diseñadores independientes. No es necesario que sean profesionales. Te inscribís de forma virtual. Vamos a estar en Colombia el 29 de abril, el 7 de mayo en San Luis y la gran final será en junio en Dubai. Se van a elegir dos ganadores por rubro y van a tener contratos con grandes empresas. Si tenés las ganas y te gusta, podés anotarte y participar. Hay jurados muy importantes y yo voy a estar entre ellos.
KENNYS PALACIOS Y SU COSTADO MÁS ÍNTIMO
-Durante la pandemia viviste una situación muy difícil con la muerte de tu papá por Covid, ¿cómo estás transitando el tema?
-Fue muy difícil la verdad. Fue en plena pandemia. No sabemos cómo se contagió. Él llamó a mi hermana, ella lo llevó al hospital y así como lo dejó en la puerta nunca más lo vimos. Fue un año duro, sobre todo para mi hermana que lo sigue sufriendo. Quizás yo soy más duro o guardo mis sentimientos para cuando estoy solo y puedo llorar, putear, angustiarme. Ya fue hace dos años.
- Después también vos atravesaste el Covid. ¿Cómo lo viviste?
- Claro, encima a fines de 2020, después de eso y todavía sin vacunas disponibles, yo también tuve y lo pasé con muchísimo miedo. Estuve internado. Los médicos me decían "es un día a día" y quizás era la peor respuesta porque me traía muchísimo miedo. Hasta el día de hoy estoy superando todo eso.
-¿Estás en pareja? ¿Cómo viene el tema amor en París, que es justamente la ciudad del amor?
-Estoy de novio hace 8 años, pero a distancia. Mi pareja vive en Buenos Aires, trabaja allá, tiene una cervecería. Estuvimos acá, nos fuimos a Roma, paseamos mucho pero por ahora sin convivencia. Nos llevamos muy bien así, en casas separadas. Pienso que el amor a distancia es lo mejor.