A tres meses y medio de haber ingresado a la casa de Gran Hermano, Julieta Poggio fue súper sincera, cuando Santiago del Moro le preguntó en El Debate qué es lo bueno y lo malo de estar en el reality.
Sin lugar a dudas, la modelo afirmó que la convivencia, el encierro y las discusiones.
JULIETA POGGIO HABLÓ DEL LADO POSITIVO DE ESTAR EN GRAN HERMANO
"Para mí la experiencia es positiva. Superé mis propias expectativas. No pensé que iba a llegar tan lejos. Eso me pone súper feliz".
"También, haber superado un montón de cosas que me pasaron acá, y de todo aprender. De cada cosa que pasa".
"Lo que más me costó es que acá nada es chiquito. Cualquier cosa es un problema gigante. Todo".
"Y es una experiencia única. Es como una casa mágica. Te encierra en una habitación y nos hacen una pool party. Te encierran de nuevo, se va la pool party. Desordenamos todo, nos encierra, y todo ordenado. Es una casa de ensueño. Es vivir momentos únicos".
JULIETA POGGIO HABLÓ DEL LADO NEGATIVO DE ESTAR EN GRAN HERMANO
"Lo que más me costó es que acá nada es chiquito. Cualquier cosa es un problema gigante. Todo. Y yo también me hago mucho la cabeza. Maquino. A veces no pudo dormir, lloro. Acá todo es grande".
"El otro día nos peleamos con Nacho por lavar los platos, como si fuéramos hermanos, y después te quedás mal. Verte la cara, todo el tiempo. Es discutir y tener que verte. Es una convivencia".
"Yo también me hago mucho la cabeza. Maquino. A veces no pudo dormir, lloro. Acá todo es grande".
"Y eso es lo difícil, porque no podés pelearte con alguien y salir a despejarte, a tomar aire, y volver más tranquilo. Es estar todo el tiempo. Eso es lo más difícil para mí".