Una sola, pero -muy significativa- palabra quedó inmortalizada este año en la piel de Julieta Nair Calvo (29): "Gracias", reza el nuevo tatuaje (de su propio puño y letra) que la actriz se hizo en el pie, a modo de respuesta a la vida y a sus positivos cambios.
Es que este año, el factor sorpresa volvió a jugar un papel importante en la vida de la actriz al convertirse en la figura revelación de Las Estrellas, la exitosa ficción de Pol-ka con la que traspasó la pantalla con su interpretación de Jazmín, la bella cocinera que vive una tierna historia de amor con Florencia (Violeta Urtizberea), una de las dueñas del hotel en donde trabaja.
"Muchas cosas que me pasan son más lindas de lo que pensé. Entonces, no planeo mucho porque sé que siempre me esperan cosas que me sorprenden, que me divierten y me desafían. Todo lo que me pasa me desafía y eso me entusiasma mucho porque me mantiene con ganas de estudiar y perfeccionarme. Estoy muy agradecida", le anticipó la actriz a Ciudad, en un mano a mano en el que dejó asomar sin esfuerzo algunas de las claves de su éxito, cimentado con talento y una magnética personalidad. La joven nacida en Quilmes, que conquistó al público infantil con su trabajo en Disney e hizo carrera en teatro, no se marea con la fama, no pierde de vista a sus afectos y sostiene su profesión con humildad. Como si eso no bastara, porta una soberbia belleza...
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-¿Te imaginabas que Jazmín iba a crecer tanto en la ficción y que se iba a generar este fenómeno?
-Cuando uno encara un proyecto o un personaje tiene la fantasía de que sea genial y que a la gente le guste. Además de que uno tiene que estar contento con el proceso, haciéndolo. Y eso fue lo que pasó. Así que estoy recontra agradecida.
"Mi familia y mis amigos me mantienen conectada con la tierra, están ahí para mí, me hacen ver de dónde vengo y cuáles son mis sueños de siempre; son una raíz para el ego".
-La novela está entrando en la recta final, ¿qué sentís ante el fin de un proyecto? ¿Hay nostalgia?
-Todavía no estoy con esa nostalgia de fin, no caigo que falta tan poquito. Nos divertimos mucho haciendo Las Estrellas, así que calculo que me va a dar cierta cosita dejar atrás lo que vengo haciendo ya hace un año, todos los días, pasándola tan bien.
-Tenés oficio como actriz, especialmente en teatro, pero esta es tu primera novela. ¿Te mirás? ¿Sos crítica con tu trabajo?
-Por lo general, no me gusta verme porque me critico mucho. Soy muy exigente conmigo, y me digo: 'Ay, hubiera hecho otra cara o por qué lo dije de esa manera'. Entonces, elegí por mucho tiempo no verme. Pero ahora entendí que verme me ayuda a corregir cosas. Lo uso de una manera constructiva.
-El fenómeno que se generó con Las Estrellas es también el fenómeno de Flozmín, ¿cómo tomás las muestras de amor de las chicas que te mandan cartas a Pol-ka o se te declaran por las redes sociales?
-Tanto a Viole como a mí nos tomó un poco por sorpresa el fenómeno Flozmín. Ellas mismas se pusieron ese nombre y no es solamente en la Argentina. Nos escriben chicas de Brasil, Uruguay, Paraguay, España y gente que ve el programa por Internet. Así que estamos gratamente sorprendidas porque el trabajo gusta mucho y, por sobre todas las cosas, porque muchas chicas nos dicen que la novela es el punto de unión con sus familias, que por ahí no las aceptan o no saben que son gay y gracias a la novela tienen un momento de inflexión para poder hablar con sus padres sobre esto. Además, que se muestre una historia gay en una ficción que tiene mucho rating, y que se cuente al igual que otras historias de amor, está buenísimo. Es una gran apuesta y que se vea ayuda a muchas chicas que se sienten excluidas, por esto de que no se cuentan historias como las que ellas viven.
-Hace poco Flor y Jazmín hicieron el amor por primera vez, ¿cómo encaraste la escena? ¿Te da pudor mostrar el cuerpo?
-Al estar detrás de un personaje no siento que sea yo. Eso sí me daría más pudor. Pero al estar encarado desde un personaje y contando una historia desde el amor, no desde una cuestión sexual, no me incomodó.
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-¿Cómo te llevás con la fama y la exposición, que se potenció este año?
-Bien. La gente es muy respetuosa conmigo. A Pol-ka van muchas chicas, chicos y mamás que acompañan a sus hijos cuando salen del colegio para sacarse una foto. Todos son muy respetuosos con nosotras y nos dan mucho cariño. Entonces, está bueno devolverlo de alguna manera. Yo soy muy agradecida con eso. Si no estuviera esa gente la novela no funcionaría. Uno se ayuda con el otro.
-Las redes sociales te explotan y los fans te siguen a todos lados, ¿cuál es tu cable a tierra?
-Mantengo un cable a tierra muy grande con mi familia. Tengo una familia hermosa que me súper contiene. A la vez, yo laburo de esto desde que tengo cuatro años. No es que ahora digo: '¿¡Qué pasó!?'. Sí entiendo que estar en una novela tan popular cambia un poco el eje porque me conoce mucha más gente. Pero tengo los pies en la tierra por mi familia y por mis amigos. Yo sigo haciendo las cosas que hacía antes de la novela.
"Me gustan las personas apasionadas, que tengan alguna fuerza que las mueva, que vayan para adelante y que sean positivas, porque yo me identifico bastante con eso".
-¿Y tu familia cómo te acompaña en este crecimiento profesional?
-Ellos me súper acompañan. ¡Mis viejos son mis fans! Que te apoyen es una clave fundamental. A mí me pasa desde que soy chica, que mis viejos me contienen mucho y están conmigo siempre, en cada cosa que hago. Voy a estar agradecida por siempre con ellos porque sin mi familia no hubiese sido lo mismo.
-¿A qué edad te diste cuenta que querías ser actriz?
-Me cuesta un poco contestar esa pregunta porque nunca dije: 'Quiero ser actriz'. Nací con eso. Nunca quise ser otra cosa. Esto es lo que me hace feliz. No sé qué haría si no fuera actriz. Seguramente algo haría, pero no sé bien qué.
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-¿Qué hay vivo en vos de esa niña que nació en Quilmes, que se sentía actriz y hoy está jugando en primera, la está rompiendo y cumpliendo sus sueños?
-Mantengo mucho mi esencia, no creo haber cambiado demasiado. Me gusta mucho estar con mi familia, ir a mi casa de Quilmes, ponerme las pantuflas, una remera de mi papá, tomar mate, estar con mi conejo y visitar a mis amigas. Me sigo viendo con mis amigas del colegio, que también son de Quilmes. Hay algo de mis raíces que me encanta, que me identifica, y espero que me identifique por siempre porque es muy hermoso.
-Y hoy, a tus 29 años, ¿con qué soñás?
-Me cuesta contestar porque no me pongo una meta: 'Voy a hacer esto mañana'. Voy dejando que todo fluya. Soy muy sincera, muy genuina con mis deseos y con lo que tengo ganas de hacer. Las Estrellas me vino un poco por sorpresa, mediante un casting, cuando terminé mis cuatro años en Disney, que también me tomaron por sorpresa. Todo ocurre así. Por eso siempre digo que el factor sorpresa en mi vida se repite mucho y gratamente. Entonces, no planeo mucho porque sé que siempre me esperan cosas que me desafían. Incluso, más lindas de lo que soñé.
-En el mundo artístico se habla mucho del ego, ¿vos lidiás con tu ego o lo tenés domesticado?
-Es algo difícil que uno lo pueda reconocer en uno mismo. Yo considero que lo tengo "domesticado". Obviamente que todos tenemos nuestro ego, no solamente los actores, pero por suerte tengo a mi familia y a mis amigos, que están ahí para mí, que me hacen ver de dónde vengo y cuáles son mis sueños de siempre. Eso me mantiene conectada con la tierra y está bueno que sea una raíz para el ego.
"Nunca fantaseé una relación con una mujer. De hecho, a Jazmín le comparto mis ojos de enamorada hacia Flor de mi experiencia de haber estado enamorada alguna vez de algún hombre".
-En la novela componés a una persona que va de frente, que se juega por lo que siente y es desprejuiciada. ¿En la vida real cómo sos?
-No voy tanto al frente como Jazmín, yo soy bastante medida en ese sentido. Más allá de que me gusta hacer chistes y siempre estoy haciendo la gracia, soy más medida. No voy por la vida diciendo lo que me gusta, lo que no me gusta. Soy más de observar la situación y después actuar.
-¿Y en el plano amoroso sos igual? ¿Si te gusta alguien no vas para adelante, esperás que te conquisten?
-No sé si espero, sí me gusta que me conquisten. Desde ya que si me gusta alguien, a mi manera lo voy a conquistar, seguramente. Alguna señal voy a dar.
-Entre tanto trajín laboral, ¿hay tiempo para el amor?
-En este momento estoy con mucho trabajo, así que es medio complicado eso. Pero cuando tiene que ser, es. Si aparece el amor, por más que haya mucho trabajo, no importa: todo se acomoda. Ahora estoy soltera.
-¿Estás soltera y con muchos candidatos?
-No sé si tantos... Un poco se genera el efecto contrario: mientras más popular sos, uno dice: 'Bueno, seguro que ahora tiene un montón de candidatos'. ¡Y es como al revés!
-¿Vos decís que la fama y el éxito ahuyentan a los hombres?
-Puede ser. No estoy muy pendiente del asunto porque tengo mi libido puesta en mi laburo. Pero cuando tenga que ser, será, y va a ser en el momento perfecto, seguramente.
-¿Alguna vez saliste con alguien del medio o con un famoso?
-No, siempre mis parejas fueron personas que no tenían nada que ver con este rubro. Igual, no estoy cerrada. No es que digo: 'No quiero salir con un actor'. Pero no etiqueto a las personas. El rubro que cada uno elija no me condiciona mucho en el sentido de la pareja. Ya veremos.
-¿Fantaseaste alguna vez con tener una relación con una mujer?
-No, nunca me pasó. De hecho, a Jazmín le comparto mis ojos de enamorada hacia Flor desde mi experiencia de haber estado enamorada alguna vez de algún hombre.
-Hace poco dijiste que te cuesta enamorarte y que para estarlo tenés que admirar a esa persona. ¿Qué cosas admirás y te generan conexión con un hombre?
-Me gustan las personas apasionadas, que tengan alguna fuerza que las mueva, que vayan para adelante, que sean personas positivas y optimistas, porque yo me identifico bastante con eso y lo necesito en el otro también.
-¿Cuál creés que es tu arma de seducción?
-¡El humor!
-Y hablando de armas... en la ficción interpretás a una chef, ¿vos cómo te llevás con las "armas culinarias", en la cocina? ¿Sos buena cocinera?
-¡Ni en pedo! ¡Estoy lejísimo! Cuando me dijeron que iba a hacer de una cocinera me puse a ver El Gourmet y a practicar con los videos que veía en YouTube. Por ejemplo, cómo cortar rápido, y otras cosas de chef, porque soy metódica con eso. ¡Ahora corto verduras a una velocidad que antes no lo hacía! Igual, me gustaría entrar en ese mundo porque me divierte cocinar. Pero no es un arma de seducción. Me reiría de que el plato me salió mal, entonces, ahí estaría el poder de seducción.
"Nunca salí con un famoso. Mis parejas siempre fueron personas que no tenían nada que ver con este rubro. Igual, no estoy cerrada. No es que digo 'no quiero salir con un actor'. Pero no etiqueto a las personas".
-¿Cómo sos de entrecasa? ¿Qué te gusta hacer?
-Me gusta levantarme temprano. Bueno, no sé si me gusta o ya me acostumbré ja ja. Entonces, aprendí a disfrutar mucho ese momento del día. Me hago un desayuno, me gusta desayunar y merendar, son mis comidas favoritas. Hago ejercicio, voy a entrenar a Funcional Gym, en donde mi profe me da los ejercicios en base a lo que yo necesito... Y si no tengo nada que hacer, me armo planes, me cuesta bastante quedarme en mi casa sin hacer nada. Si me pongo a ordenar mi casa, que soy desordenada, lo hago a fondo.
-Entrenás y comés sano, ¿qué importancia le das a la imagen?
-Lo de entrenar no es tanto por la imagen, es porque yo me siento mejor desde que entreno, con más energía y más activa. Y eso trae como consecuencia que el cuerpo vaya mejorando y esté más saludable. Lo mismo me pasa con la alimentación. Yo soy muy desordenada con las comidas y si sigo un orden, o lo que me pauta mi nutricionista, me siento súper bien.
-Más allá de los cuidados físicos, ¿hacés algo para desconectarte de la rutina, como terapia o yoga?
-Voy a lo de mi terapeuta y con ella siempre medito después de la charla. Ella me enseñó un montón de cosas que están buenísimas, que me hacen súper bien. Ya hace como seis o siete años que voy. Ella me armoniza los chakras y me enseñó técnicas para meditar sola en casa, para desconectar y conectar conmigo misma.
-¿Qué pensás de las cirugías estéticas? Si en algún momento las necesitaras, ¿te harías un retoque o te irías aceptando como te vaya definiendo el paso del tiempo?
-Me parecen hermosas las expresiones del paso del tiempo. Cuando veo a una actriz grande que no se hizo nada en la cara, las expresiones de su sonrisa o de su mirada me dan una verdad que no me da una cara que se tocó. Siendo actriz, tocarte tu mayor fuente de expresión, es raro. Yo no lo haría. Igual respeto a quien se lo quiere hacer. Cada uno hace lo que quiere con su cara y con su imagen para verse mejor. Pero yo considero que está bien el paso del tiempo porque es la vida. Son las arrugas propias de la piel. Son marcas de la experiencia y está bueno tenerlas, llevarlas. Hoy el paso del tiempo no me preocupa, cuando tenga 64 años, no sé.
-Después de Las Estrellas, ¿qué se viene?
-Hay un par de cosas dando vueltas, pero todavía no puedo contar nada. Yo soy muy cabulera en ese sentido y guardo mucho la energía. Pero hay algunas cosas dando vueltas que ya veremos. Ojalá que sea algo que me desafíe a aprender algo nuevo y sea algo que me mantenga igual de feliz como estoy ahora.
Fotos: Musepic.
Producción: Aldana Moreno Lusianzoff.
Video y edición: Leandro Bevilacqua.
Locación: La casona de Aguilar -Aguilar 2421-
Logística: La llave de Alegra Films. IG: @lallavedealegra.
Maquilló: Agustina Caparra para Frumboli Estudio, con productos Lancome.
Peinó: Marcia Troanes.
Agradecimientos: Prensa Punto Tiff / María Gorof / Juan Lomoro /