Juariu, querida influencer y host digital, rememoró su lucha contra el cáncer de mama y afirmó que jamás bajó los brazos.
En diálogo con María Belén Ludueña, contó que le diagnosticaron la enfermedad a sus 29 años, luego de haber ido al médico tras haberse tocado un "bultito".
"Me encontré un bultito, nunca me había tocado nada. Me llamó la atención y me asusté".
"Me encontré un bultito, nunca me había tocado nada. Me llamó la atención y me asusté. Le dije a mi novio de ese momento y me contestó que me hiciera un chequeo, que seguramente no era nada... En mi cabeza nunca se cruzó que podía ser algo malo", rememoró.
En este contexto, contó cómo fue el momento en el que le diagnosticaron cáncer y la posterior operación.
"Me sacaron nódulos de la axila para ver si se había expandido, pero no. Había que esperar para ver si era malo o bueno. Yo estaba con cara de pánico y el médico me dijo que no pensara, que actuara".
"Encontramos un médico que me dijo: ‘Te operás, si es bueno lo tenés afuera, y si es malo vemos qué hacemos’. Todos sabían que era algo malo, pero no me lo decían, me deje llevar por la corriente. Me operaron y ya había un panorama bueno, me sacaron nódulos de la axila para ver si se había expandido, pero no. Había que esperar para ver si era malo o bueno. Yo estaba con cara de pánico y el médico me dijo que no pensara, que actuara", sumó.
JUARIU REMARCÓ QUE JAMÁS PENSÓ EN BAJAR LOS BRAZOS
La influencer tuvo miedo, pero le hizo frente a su enfermedad.
Juariu no quería preocupar a su familia con su cáncer porque su padre había fallecido hace poquito, pero con su marido sí se mostraba vulnerable.
"Con Gustavo sí me pude desmoronar y mostrar esa angustia. Pero él se encargó de decirle a mi mamá y hermana que no era tan simple como yo se los contaba".
“Con Gustavo sí me pude desmoronar y mostrar esa angustia. Pero él se encargó de decirle a mi mamá y hermana que no era tan simple como yo se los contaba. Ahí fue un momento difícil, yo sentía que tenía que ser la fuerte, haberlas visto sufrir tanto cuando se murió papá fue doloroso...", admitió.
Y se despidió mostrándose orgullosa de sí misma por no haber bajado los brazos.
"Tuve miedo, pero nunca bajé los brazos".
"Tuve miedo, pero nunca bajé los brazos. Tuve miedo de que empeore, de ponerme vulnerable, de perder fuerza; el miedo está siempre", admitió, con firmeza.