A días del nacimiento de su segundo hijo, Belisario, Juana Repetto compartió con sus seguidoras de Instagram el relato de su parto respetado. Junto a una secuencia de fotos que ilustra el antes y durante, la actriz aclaró que el nacimiento de su hijo mayor Toribio fue un parto bastante intervenido; más de lo que le hubiese gustado.
"Relato de parto, PARTE 1. Tengo que hacer una intro (larga) para ponernos en contexto. Toro nació en la semana 42 post-inducción. Lo que en principio sería un parto sin intervenciones empezó con una intervención súper necesaria, en un ámbito amigable, muy respetado... Con luz tenue, música, ricos aromas, ducha disponible, pelota, tela, recursos mil y muy buena onda. Fue un parto hermoso, súper respetado pero también bastante intervenido. Inducción, peri y antibióticos", escribió.
Y admitió que aunque recuerda con cariño el momento en que dio a luz, la angustia no haber podido tener un parto sin intervenciones. "Si bien tengo un recuerdo divino y para mí fue un re lindo nacimiento, lo mejor de mi vida, siempre me quedó una heridita por no haber podido tener mi tan deseado parto sin intervenciones. Cuando me entero de este segundo embarazo no tuve dudas en buscar nuevamente un nacimiento lo más natural posible, como fueron siempre los nacimientos hasta que se empezaron a anteponer intereses personales, de las Instituciones, de algunos profesionales, culturales, etc.. Busqué un equipo con el que tenía asegurado un acompañamiento en estas condiciones", admitió.
"De entrada les comenté mis deseos para este nacimiento y fluyó todo divino ya que pregonan por nacimientos de este tipo. Son todo, los amo"
Además, contó que desde el primer momento le aclaró a los médicos cómo quería parir: "De entrada les comenté mis deseos para este nacimiento y fluyó todo divino ya que pregonan por nacimientos de este tipo. Son todo, los amo. ¿Mi único miedo? Que el trabajo de parto no se desencadenara y necesitara inducción, tener que recurrir a la Institución, etc.. Temía mucho repetir la historia y que una intervención me fuera llevando a la otra. Si bien utilice todos los recursos y me preparé mucho emocionalmente para que todo se diera naturalmente, ese fantasma estaba. Vale aclarar que este equipo me sacó muchos miedos ya que aunque necesitara antibióticos o inducción, no sería de la misma manera que mi primera vez".
Y terminó la primera parte de su relato recordando sus primeras contracciones. "Semana 40, yo estaba con casi 4 de dilatación pero sin contracciones de parto. Viene a verme Edith, la partera, pasadita la semana 40 y me hace unas magias naturales muy bellas para ayudar a que el trabajo de parto se desencadenara. Ese día decidimos dejar a Toro con mamá y pasar el día en casa los 3 (Sebi, Beli y yo) disponibles para él y su nacimiento a ver si la cosa arrancaba", cerró.
Continuará...