En una tarde de sol y calor intenso, Juan Pablo Nieves (21) se acercó entusiasmado a la entrevista con Ciudad en los estudios de La Voz Argentina -el reality éxito de Telefe, que lo catapultó a una inusitada fama- y justificó de inmediato su buena onda: “Fueron el primer sitio de noticias que hizo una nota sobre mí”. A partir de ese hito, la charla con el colombiano, que integra el "Team Tini" y esta semana se juega su pase a la gran final, fluyó con absoluta naturalidad y confianza.
El artista nació en San Juan del César, un pequeño pueblo que está a 373 kilómetros de Barranquilla en ruta, o casi siete horas en auto debido a la particular geografía de la zona. Para describirlo, dada su cercanía con el Mar Caribe, Juan Pablo explicó: “Lo más parecido a San Juan del César es Pinamar”. Hincha del Junior de Barranquilla por tradición familiar, el colombiano no es afecto a los deportes, aunque en su 1.80 metros de estatura están las evidencias de sus jornadas de musculación en el gimnasio. Una obsesión similar a la que tiene por cuidar su garganta, para lo cual ingiere tés o evita las bebidas fría, el alcohol y las salidas nocturnas en el tramo final del programa de Marley.
La historia de Juan Pablo por perseguir sus sueños comenzó de muy joven, en una familia en la que es hijo único por parte de su mamá, pero tiene cuatro hermanos de parte de su padre: “Me fui de Colombia a los 16 años, apenas terminé el secundario, a estudiar inglés a Estados Unidos y de ahí me vine a la Argentina a estudiar Dirección de Cine, a mis 17 años. Pero siempre dudé entre el cine y la música, y me decidí por el cine porque mis papás no me apoyaban con la música, hasta que al final conseguí un trabajo y me inscribí en la facultad para estudiar música y recién después les dije ‘estoy en este lío’. Y arranqué a estudiar composición de música cinematográfica”.
"Nunca canté en público hasta un acto en el último año del colegio, a los 15 años. Mis papás nunca tomaron en serio mi vocación".
-A la distancia, que estudies cine, música o gastronomía era lo mismo para ellos…
-Me costó porque estudiar carreras artísticas en Colombia está muy mal visto. Cuando le dije a mi mamá que iba a estudiar cine me preguntó: “¡¿Pero de qué vas a vivir?!”. Pero siento que desde que tengo uso de razón siento que nací para dedicarme al arte.
-¿Cantabas de chico?
-Sí, pero nunca canté en público hasta un acto en el último año del colegio, a los 15 años. Mis papás nunca tomaron en serio mi vocación. Pasa que mi papá es cantante de ballenato. Ja, ja. ¡Entiendo las caras de desconcierto! Pasa que él se frustró cuando su familia no lo apoyó, a pesar de que le fuera muy bien cantando en las parrandas, las fiestas y cumpleaños. Hasta que un día le dieron el ultimátum de que deje “la vagancia” y se ponga a estudiar algo en serio. Esa fue la concepción que le quedó a él y que me transmitió a mí. La cosa es que mi mamá en casa escuchaba mucho jazz y así se me despertó la pasión, cantando esos temas en secreto en mi habitación. La realidad es que nunca me gustó la música folclórica colombiana.
-¡Y ahora estás a las puertas de ganar La Voz Argentina!
-¡Sí! Al principio a mi mamá no le gustó cuando le conté que me dedicaba a la música pero apenas supo que estaba en el reality vino a apoyarme para las primeras audiciones. De hecho, compró los pasajes para venir a Buenos Aires en las fechas de las instancias finales, a pesar de que en ese momento no me había clasificado. Ella siempre está presente, pase lo que pase. Mi papá también quiere venir a verme, me manda mensajes a cada rato y me pregunta cómo me va. Entonces, yo pienso ¿ahora sí te preocupás por mí? Pero aprendí a perdonarlo y borrar el rencor de cuando me dieron la espalda.
-¿Qué hacías mientras estabas solo en Buenos Aires?
-Por un lado, en la facultad me vinculé con chicos que tocaban instrumentos y armamos una banda de jazz y funk, y tocamos en alguno bares. Todo por amor al arte. En cuanto al trabajo, trabajé tres años en un hotel de cinco estrellas. Prefiero no mencionar el hotel porque no se portaron bien conmigo y no le quiero dar fama. Lo más loco es que fruto de mi trabajo en el hotel, atendí a Tini Stoessel, ¡que ahora es mi coach! Es todo muy loco…
-Wow. ¿Tini recuerda la anécdota? ¿Se la recordaste?
-No, todavía no le dije. Justo me acordé la semana pasada. Pasa que también atendí a Susana Giménez, a Verónica Lozano, Alejandro Fantino, pasando por Al Pacino o el Príncipe de Bélgica.
"¿Si con la fama vinieron también las propuestas para tener citas? ¡Ay, amigo, sí! Pero yo no tengo tiempo. Es que yo me tomo el certamen muy en serio y estoy muy enfocado en esto".
-¿Nos contás el episodio con Tini?
-Ella estaba promocionando su película, Tini, el gran cambio de Violetta (2016). Me acuerdo de ella porque pidió un licuado de frutas, ¡y no había frutas! Entonces, me dijeron que vaya urgente a comprar, creo que frutillas y duraznos. Salí a corriendo la calle con mi uniforme de bartender. Volví, hice el licuado y se lo llevé. En ese momento yo no sabía quién era Tini, porque la conocía como Violetta. Hasta que la vi y entendí todo.
-¿Cuál fue la reacción de ella?
-Re buena onda. Por suerte no se dio cuenta de la situación desesperante que viví. Salió todo perfecto y a tiempo.
-Con tu familia en Colombia, ¿quiénes te contienen acá?
-Tengo muchos amigos, y sus familias son como mi familia.
"Cuando me presenté a La Voz Argentina no fue para ganarlo, sino como fanático del programa. Yo no vine a competir, sino a entregar en el escenario todo lo que puedo en cada canción. Siento que tengo una conexión con el público que no tienen otros. Puede pasar que gane y me sorprenda, aunque considero que hay talento suficiente para que gane un argentino, como debería ser".
-¿Estás en pareja?
-No, estoy soltero. Nunca se me dio de ponerme en pareja, por diversas razones. Aunque vivo con un amigo en el departamento que alquilo en Recoleta.
-¿Con la fama vinieron también las propuestas para tener citas?
-Ay, amigo, sí. Pero yo no tengo tiempo. Es que yo me tomo el certamen muy en serio. Estoy muy enfocado en esto. Más que nada por el cuidado. De hecho, estuve saliendo con alguien durante dos meses, pero entre la facultad y esto, no tenía tiempo.
-¿Esa persona sigue presente a la distancia?
-Sí, pero no es nada para rescatar. También resucitaron muchos muertos del pasado que me dicen “wow, ¡cómo cambiaste!”. Pero la realidad es que estoy feliz y contento así como estoy. Ya conocí y me encariñé con mucha gente, y eso compensa mi falta de relación de pareja.
-¿Cómo te ves para la próxima instancia?
-Quedé con dos competidoras muy fuertes, Isabel Aladro y Juliana Gallipoliti. Son dos chicas bravas. Juliana tiene mucha presencia escénica. Isabel genera una energía muy bella en el escenario y cualquiera puede percibirlo . Cualquiera que la escucha se queda colgado en lo que canta. Yo soy la contraparte de ellas. No sé qué va a pasar. Cada uno tiene su forma de cantar. Más allá de ellas, no siento que haya un rival a vencer, porque ahora todo depende del público. Si en la anteúltima votación fue el más votado y en la última fui el menos votado. Pero intuyo que Isabel y yo vamos a llegar a la semifinal por el team Tini.
"Isabel genera una energía muy bella en el escenario y cualquiera puede percibirlo. Cualquiera que la escucha se queda colgado en lo que canta. Intuyo que ella y yo vamos a llegar a la semifinal por el team Tini".
-¿Por qué la gente debería elegirte como La Voz Argentina? ¡Convencé a los votantes!
-En realidad, cuando me presenté a La Voz Argentina no fue para ganarlo, sino como fanático del programa. Pero me tienen que votar porque tengo la convicción de que soy un artista, un cantante. Yo no vine a competir, ni a ganar, vine a entregar en el escenario todo lo que puedo en cada canción. Siento que tengo una conexión con el público que me escucha que no tienen otros. Puede pasar que gane y me sorprenda. Aunque considero que hay talento suficiente para que La Voz lo gane un argentino, como debería ser...
-¿Esos rulos son naturales?
-Ja, ja. ¡Esa es la pregunta del millón! El pelo es natural, me queda así después de bañarme, con los rulitos. Lo particular es que en Colombia mi pelo está mal visto, se lo critica a pesar de que la mayoría tiene este pelo, pero se lo alisa o se lo corta cortito.
-¿Tenés alguna cábala?
-Como un trozo de jengibre antes de salir al escenario. Entre más ansiedad, más jengibre. Pero antes de salir a escena, me cepillo los dientes.
-¿Hiciste alguna promesa que tengas que cumplir en caso de que ganes el reality?
-Raparme el pelo. Me lo tendría que cortar porque por el estrés se me está cayendo mucho. Antes tenía mucho volumen de pelo en la cabeza.
-¿Adoptaste alguna costumbre argentina?
-Las medialunas en el desayuno, que al final se me volvieron un vicio y tuve que dejarlas. Compraba una docena y comía seis a la mañana. Hasta que la abandoné porque hubo un día en que me comí una docena completa antes del mediodía. Algunos domingos me junto a comer asados con las familias de mis amigos. También adopté la cultura del vino, que en mi país no está tan difundida. Me encanta el cabernet mezclado con malbec.
Videos y edición: Leandro Bevilacqua.
Fotos: Musepic.
Agradecimientos: prensa Telefe.