Después de una semana ausente al frente de Intrusos, el lunes Jorge Rial (56) regresó al programa y su primera reacción fue referirse a la salud de su hija Morena. “Estoy en un momento muy difícil, tal vez el más difícil de todos. Pero por otro lado, puedo decir que estoy un poco más aliviado, fue una semana muy dura. Por suerte, mi hija Morena hoy está muy bien cuidada, protegida y está en camino a recuperarse. Y yo estoy en camino a recuperar a mi hija Morena, a quien amo profundamente”, blanqueó el conductor.
En alusión a sus compañeros, Jorge continuó: “Quiero agradecer mucho, porque la semana pasada fue muy dura, ella tuvo un problema de salud bastante grave. Por suerte, ella se dio cuenta que estaba mal, se internó. Quiero decir que yo estuve ahí, más allá del momento que está pasando ella. Morena tiene 19 años y no tuvo una vida fácil. Todos la conocen y conocen todo lo que pasamos y es maleable, influenciable. Está buscando su lugar en el mundo y no es fácil. Sé que no es fácil ser hija de alguien como yo, porque como dijo Lanata, los hijos a veces se llevan el odio o el amor sin tener algo que ver. Pasó por cosas muy difíciles en su vida, como abandonos, operaciones muy difíciles, decisiones de vida, y eso hizo mella en ella”.
"Por suerte, Morena se dio cuenta que estaba mal, se internó. Quiero decir que yo estuve ahí, más allá del momento que está pasando ella. Morena tiene 19 años y no tuvo una vida fácil. Todos la conocen y conocen todo lo que pasamos y es maleable, influenciable".
Ya sin hacer menciones explícitas, Rial apuntó contra el entorno de su hija: “Encima, tuvo la mala suerte de que se acercó gente que mala que buscó ventajas de ella, que la cooptaron casi como una secta, la transformaron en algo casi irreconocible. Se aprovecharon de ella, abusaron de ella. Cuando hablo de abuso digo pedirle plata, sacarle todo, amenazarla, que cada llamada telefónica era un susto. Cosas en las que no voy a entrar en detalle”.
"Morena tuvo la mala suerte de que se acercó gente que mala que buscó ventajas de ella, que la cooptaron casi como una secta, la transformaron en algo casi irreconocible".
Luego, el periodista retomó la senda del optimismo: “Por suerte ahora, después de una semana muy dura en el Finochietto, la cuidaron de una forma sensacional. Yo siempre estuve allí, muy cerca de ella. La vi un par de veces dormida, porque en este momento ella tiene un enojo grande conmigo y lo entiendo. Sé que es un enojo nada más, y que el amor que nos tenemos es más fuerte que ese enojo”.
“Yo me había tomado una licencia médica, porque estaba muy estresado y mi médico me dio la licencia. Obvio que la usé para laburar mucho, para aislar a mi hija de todo eso. Por suerte, hoy estoy muchísimo más tranquilo porque mi hija está en las mejores manos, está siendo cuidada con mucho amor”, concluyó Jorge Rial, quien además reveló que Romina Pereiro -su pareja- estuvo en contacto permanente con Morena Rial.