En una charla íntima con el psicoanalista José Abadi, Jorge Rial habló como nunca de su relación con sus hijas, Rocío y Morena, y admitió que aunque hoy por hoy se lleva súper bien con las dos tuvo que atravesar turbulentos conflictos con una de ellas.
"Pasé por momentos, por zozobras muy grandes con la mayor, con Morena, por un montón de problemas, ella lo hizo público y la pasé muy mal. Tuvo una crisis muy grande y tomó la decisión de pegarme donde a un padre le duele, me dijo cosas terribles", contó en diálogo con Infobae.
A pesar de que lo angustió muchísimo sus peleas con la joven, aclaró que pase lo que pase siempre estará a su lado y que la admira por su fortaleza.
"Pero es mi hija, la amo, y la voy a perdonar siempre; voy a estar con ella siempre, ahora estamos muy bien. La historia de mis hijas es dura, son adoptadas y después abandonadas. Un abandono de su madre que, cuando nos separamos, tomó la decisión de separarse absolutamente de todo: de mí y de sus hijas", sumó, contundente, sobre Silvia D'Auro, la madre adoptiva de las chicas que hoy por hoy ya no tiene vínculo con ellas.
Además, recordó cuando sus hijas se mudaron definitivamente con él. "Todavía vivían con la madre y cada vez que venían me iban dejando más cosas en mi casa, hasta que un día se pararon en la puerta y me dijeron: 'Papá, no nos queremos ir más' y se quedaron conmigo, empecé a criarlas yo, todo muy loco", rememoró.
Y se despidió admitiendo que aunque intentó dar lo mejor, siente que se equivocó mucho en la crianza de las jóvenes.
"Yo la etapa de mis hijas la viví atropellada, mal, creo que me equivoqué muchísimo con ellas y tengo otra etapa ahora con las hijas de Romina... Son mis hijas también, que estoy acompañando...", cerró sobre su vínculo con las nenas de Romina Pereiro.