El periodista Jorge Lafauci, de amplia actividad en medios escritos y audiovisuales, festeja los 18 años de emisión consecutiva de su programa radial "Todo por hacer", que se emite los domingos de 13 a 15 por Radio 10, un respetado ciclo que abarca el espectáculo en sus variadas facetas.
El conductor fue presidente de la Asociación de Periodistas de la Televisión y la Radiofonía Argentinas (Aptra) y participó de numerosos programas televisivos en los que dejó su marca, como jurado en varias ediciones argentinas del certamen "Bailando por un sueño", a raíz de lo cual en 2007 representó al país en el Primer Campeonato Internacional de Baile, en México.
"Yo amo el espectáculo desde chico. Obviamente era una suerte de hobby, porque al mismo tiempo egresé de la UBA como profesor de Letras.", contó Lafauci a Télam.
Télam: Por su generación, ¿siente que es hijo de la radio?
Jorge Lafauci: Fui formado por la radio y por el cine; el teatro me llegó más sobre la adolescencia. Iba mucho al cine con mis padres y ya a los 12 años iba solo al cine Güemes, de Barracas, que quedaba cerca de casa y a todos los de mi barrio, La Boca y Avelaneda. Recuerdo que en sexto grado, con un compañero con el que todavía me comunico, Mario Feller, cruzábamos a Avellaneda en tranvía para ver allí las películas de Ingmar Bergman y hasta las de Isabel Sarli, ya que allí permitían entrar a los menores.
T: Con su formación universitaria, ¿cómo ingresa en el periodismo gráfico en un género tan específico como el espectáculo?
JL: A mí siempre me había gustado escribir. Era muy joven cuando mi novia -luego mi mujer, hoy mi ex mujer y madre de mi única hija, Georgina-, me mostró un aviso donde buscaban redactor. Estuve todo el día con gente muy mayor dando pruebas y fui quedando. Me dieron finalmente una nota en francés sobre el reencuentro de Ingrid Bergman y su hija mayor luego de estar mucho tiempo separadas. Mi madre era admiradora de la Bergman y yo sabía todo: escribí la nota y quedé. Era una prueba para las revistas Maribel y Leoplan, de Editorial Sopena, la de los diccionarios.
T: Ahí se definió su camino...
JL: Cuando esa editorial cerró, unos diagramadores de quienes me había hecho amigo me recomiendan a la Editorial Julio Korn y así entro de cronista a la revista TV Guía: mi tarea era buscar detalles de la programación de los canales. Luego me dieron una oportunidad de pasar a la redacción y seguí todos los escalafones: prosecretario, secretario de redacción, subdirector y director, cargo en el que estuve muchos años. También tuve mi experiencia en Perfil (La Semana), en Atlántida (para el lanzamiento de Teleclic), e incursioné en Televisa, donde dirigí en los 90 la revista TV y Novelas.
T: ¿Esas tareas le añadieron amistades con gente del espectáculo?
JL: Tuve y tengo grandes amistades en el espectáculo. De jovencito me hice amigo de Marta González, que ya era estrella de telenovelas y lo sigue siendo hasta hoy. Recuerdo cuando fue elegida para protagonizar "Boquitas pintadas", porque además era amigo de su autor, Manuel Puig, y frecuentemente hablaba por teléfono con él. También seguí de cerca las carreras de Norma Aleandro, de Graciela Borges -mi gran amiga hasta hoy- y de Alfredo Alcón. Hoy vivo cerca del bulevar Cerviño, en el barrio de Palermo, que creo debería llamarse Alfredo Alcón, porque él casi toda su vida vivió allí.
(Télam)