Esta semana, Jimena Barón dejó la casa de Daniel Osvaldo pero, lejos de lo que muchos podrían suponer, lo hizo para realizarse un control médico debido a que sufre de tendinitis en un hombro. En una serie de stories, la cantante llamó a la concientización sobre la importancia de retomar las visitas a los profesionales de la salud tras la flexibilización de la cuarentena.
“Me quedé pensando y les quería decir: ojo con esta cuarentena -ochentena eterna, y los médicos, y los malestares físicos. Yo empecé con un dolor en la pierna, que les conté, en el ciático, y me dieron unas pastillas que eran como una especie de calmante. Se me terminó re instalando esto porque necesitaba ver a un kinesiólogo, no tomar unas pastillas para que se me vaya el dolor a la noche solamente. Y se me complicó: sigo con la pierna hecha mierda", dijo Jimena.
En un segundo testimonio, la cantante reveló que un día comenzó a sufrir dolores en el hombro que ella "se bancó" hasta que no pudo más. “Quedé completamente hecha mierda. No podía dormir a la noche (...). Ahora me pincharon, estoy con kinesiología... Me decían 'flaca, tenías que venir antes, esto no se te va tomando un miorrelajante'”, explicó, describiendo cómo sufre su tendinitis.
“Número 3: estaba en la casa de Dani, el papá de mi hijo. Me estaba bañando, sola, me paso el jabón por las tetas: bulto. Sabemos todas, y si no aprovecho: nos tenemos que tocar las tetas todo el tiempo. Hay que chequear, no sentir nada, y si sentimos algo, ir al médico. (...) Lo mío al final era muscular. Es como una contractura que se me pegó al músculo, pero imagínense el cagazo”, concluyó Jimena Barón, que también incluyó en el testimonio a su madre, que sufría de dolor de muela pero tenía miedo de ir al dentista.