En mayo de 2015, Daniel Osvaldo (30) dejó la casa conyugal que compartía con Jimena Barón (29) y su hijo, Morrison (2), abriendo paso a una conflictiva y mediática separación, que terminó en la Justicia: la actriz no sólo pidió resguardar los derechos de su niño y mantener el contacto con su padre, sino que dejó entrever episodios de violencia de género de su entonces pareja.
Pero el tiempo pasó, las heridas del corazón sanaron, y volvieron a apostar al amor y a la familia. Al punto que Jimena sintió la necesidad de emitir un comunicado para hablar de su reconciliación y dejar en claro que no fue víctima de violencia física con el futbolista. Pero volvió a generar revuelo.
Dejando atrás dicho episodio, Jimena fue a Perros de la Calle para cantar y promocionar su próximo show solista. Pero la delicada problemática que sufren muchas mujeres a diario no fue eludida por Andy Kusnetzoff -tras la carta pública de la actriz y su reconciliación con Osvaldo- y Barón no dudó en volver a aclarar el tema. Pero primero se refirió a cómo ella se manejó con la prensa -y viceversa- en el momento más turbulento de su vida.
"Entiendo la polémica. Hay mucha gente que te quiere ayudar, entre comillas, y le abrí una puerta que es imposible de cerrar. Yo no mentí y no hay algo que diga 'uf, qué cagada'… Hay mucha gente que juega al interés, que dicen 'te queremos', y en realidad no te quieren un carajo, y lo único que quieren es deshilacharte el alma y meterte en el barro de tu vida. Confié y me relajé con gente que entiendo que está haciendo un laburo con tu vida, un negocio, hasta el día de hoy. Que me lastimó. Porque yo siempre laburé en Pol-ka, estaba con gente que quiero y que me quiere, y de repente dije 'esto debe ser igual'. Y me abrí a mucha gente y fueron tiburones. Fue una experiencia. Pero ahora estoy bien", sostuvo Jimena.
"Hay una necesidad de observar y de criticar. A mí me pasó algo muy fuerte, y se expuso. También pasó que la gente me apoyó mucho en mi separación y después en una decisión de contrapartida, lo vieron como una traición. Pero bueno, es el padre de mi hijo, es mi vida, sentí que lo quería hacer y que valía la pena intentarlo".
Luego hizo foco en las críticas desmedidas que recibió tras la decisión de volver sentimentalmente con Daniel: "La gente critica hasta un desayuno de una galleta de arroz con palta. Hay una necesidad de observar y de criticar. A mí me pasó algo muy fuerte, y se expuso. También pasó que la gente me apoyó mucho, dándome fuerzas, en mi separación, y después en una decisión de contrapartida, lo vieron como una traición. Pero bueno, es el padre de mi hijo, es mi vida, sentí que lo quería hacer y que valía la pena intentarlo".
Por último, reflexionó: "El tema de la violencia de género es un tema súper serio... Y de ser este el caso, de todo el cuento que armaron, por qué igual se enojan conmigo. En todo caso tendrían que decir: 'Pobre, está enferma, piedad. A la piba le pasó esto y vuelve'. Y se enojan con un ataque también. Alguien que quiere que haya paz y habla contra la violencia con violencia, está mal".