Es una de las protagonistas del suceso televisivo del año -¡a nivel mundial!-, pero Itziar Ituño (43) no se muestra encandilada por la repentina fama internacional que le valió interpretar a la inspectora Raquel Murillo en La Casa de Papel.
Un personaje que marcó un antes y un después en su vida profesional, eso sí. Y que también despertó mucha curiosidad sobre la actriz que se esconde detrás de la agente que intenta apresar a los atracadores más populares del momento.
¿Quién es Itziar? Una mujer comprometida, sin dudas. Oriunda de Basauri, una localidad de Bilbao en el País Vasco, Ituño se ha pronunciado públicamente a favor de la independencia vasca, lo que le ha valido un intento de boicot a La Casa de Papel antes de su estreno en España. Además, es una ferviente defensora de los derechos de la mujer hace años.
"Ahora hubo un despertar mundial de mujeres y de la consciencia de decir ‘basta ya, acá nos plantamos’ y me hace muchísima ilusión. Y yo estoy ahí, claro que sí".
En un mano a mano exclusivo con Ciudad, Itziar deja entrever un poco más de su intimidad y su personalidad: “Lo que ocurre con la serie es impresionante, una sorpresa que yo no la esperaba. No pensé que iba a tener tanto éxito a nivel internacional. Es una cosa súper bonita que te encuentra tan lejos que no ves el fenómeno con tus propios ojos, sino que lo ves a través de las redes mientras tu vida sigue igual. Es súper curioso”.
- ¿Vas a estar en la tercera temporada?
- Está todo muy en el aire y no se puede confirmar nada. Sí se han puesto en contacto con muchos, pero no hay nada oficial ni confirmado. Ni sabemos cuándo ni quiénes vamos a estar; yo por lo menos no lo sé. Estoy ahí, a la expectativa (risas).
- ¿Por qué creés que muchos se identificaron con tu papel?
- El público se identifica más con los atracadores, que tienen la genial idea de no robarle a la gente sino al banco. Es una lógica que es aplastante y me tocó defender a la parte de la Ley. Pero a Raquel el mundo la quiere quitar del medio: ella es mujer y la quieren puentear constantemente. Es la poli buena, que no tiene intereses políticos de por medio.
- Te tocó interpretar a un personaje femenino muy fuerte y vos venís luchando por la igualdad de derechos hace años.
- Totalmente. Aquí en el País Vasco hay un movimiento feminista muy fuerte, siempre lo ha habido. Mi madre también ha estado en él durante los setenta y ochenta, cuando incluso el aborto era ilegal. Entonces, yo he bebido un poco de ahí, del ejemplo de mi madre y de sus amigas, esa implicación en la lucha por la igualdad. Es verdad que ahora hubo un despertar mundial de mujeres y de la consciencia de decir ‘basta ya, acá nos plantamos’, y me hace muchísima ilusión. Y yo estoy ahí, claro que sí.
- Además de actuación, estudiaste sociología. ¿Por qué elegiste esa carrera?
- Nunca he ejercido como socióloga, tengo la licenciatura pero la vida me ha traído por el camino del mundo del arte. Ahora no lo cambiaría por nada. Pero la sociología te da una visión profunda de la sociedad y capacidad analítica.
"Parece que cuando eres una persona conocida o pública, no puedes opinar. Hay un miedo a hacerlo porque existen las cazas de bruja si opinás a contra corriente o algo que no gusta en las estructuras de poder".
- Bueno, vos tenés una postura ideológica muy marcada y que no dudaste en expresarla públicamente.
- Claro, no soy independiente de la ciudad en la que vivo ni de las cosas que pasan. Hay gente que no le da tanta importancia en su vida a eso, vive a su aire… son opciones. ¡Yo no puedo evitarlo! Si tuve la opción de elegir una carrera y opté por sociología es porque me importa lo social. Pero parece que cuando eres una persona conocida o pública, no puedes opinar. Hay un miedo a opinar porque existen al día de hoy las cazas de bruja si opinás a contra corriente o algo que no gusta en las estructuras de poder. Siempre ha pasado.
- ¿Y cómo viviste el intento de boicot que sufrió la serie por tu postura política?
- La pasé fatal, muy mal. De hecho, todavía está teniendo alguna consecuencia a nivel publicitario, cosas que no te ofrecen porque dicen ‘no quiero a alguien conflictivo’. ¡Y yo no soy una persona conflictiva! Tengo una opinión, que no es igual a la tuya pero tengo todo el derecho de decirla. Probablemente me habré quedado sin alguna opción de trabajo por eso, pero creo que el silencio y el miedo paralizan; y siempre hay que tirar para adelante. Yo sigo en mi camino por más que no me contraten por defender lo que pienso.
- Finalmente, el boicot no dio resultado y la serie es un suceso.
- Es que la gente tiene sentido común y dice ‘bueno, una cosa es lo que piensa esa persona y otra su trabajo como artista’. Incluso el primer capítulo fue el que mejor midió, con 4 millones y medio de espectadores, una barbaridad. Es más, muchas personas luego me dijeron ‘pues no pensaba verla pero con eso del boicot que fue trending topic y que me llamaban a no verlo, lo terminé viendo’. Se generó el efecto contrario. Las redes te hacen muy vulnerable y te pueden hacer polvo la vida de la noche a la mañana. Pero lo que sube, baja y en el fondo fueron cuatro energúmenos con pocas luces que intentaron fastidiarme a mí y a la serie. Me alegro muchísimo que no lo hayan conseguido (risas).
"De mi pareja me enamoró que es un tipo muy auténtico, que también defiende su cultura. Empezamos compartiendo estas inquietudes y el mundo del arte".
- También cantás en una banda de rock. ¿Cómo es tu relación con la música?
- Sí, la banda se llama Ingot, que quiere decir ‘lo haré’. Es una experiencia bastante nueva, llevamos tres años tocando versiones de los ochenta y ahora nos hemos pasado a eléctrico. Nos lo estamos tomando en serio, componiendo nuestras propias letras en euskera (el idioma vasco). El mundo de la música es mucho más complicado que el de la interpretación pero me parece un vehículo tan directo al corazón que a mí siempre me ha atraído así que me estoy probándome a mí misma.
- ¿Qué te gusta hacer en tu vida cotidiana cuando no estás actuando o tocando con la banda?
- Tengo unos montes y bosques hermosos a mi alrededor así que disfruto muchísimo del paisaje cuando hay buen clima, pasenado y recargando pilas. Me gusta leer y ver series, pero las películas me gustan verlas en el cine. Me aburro mucho haciendo deporte así que bailo para mantener la línea y la salud. Creo que bailar te da alegría de vivir, me divierte muchísimo.
- Seguís viviendo en Basauri, ¿no te dan ganas de irte a una gran ciudad después del éxito de la casa de papel?
- No, aquí tengo mi casa, mi gente, mi barrio, mis padres, mis amigos. Todo está aquí. Voy a donde tengo que ir por mi trabajo y luego vuelvo. Después de un cierto tiempo el cuerpo me pide volver.
- ¿Estás en pareja?
- Sí, desde hace unos años estoy en pareja. Él es de Iquitos, una ciudad del Amazonas peruano, del pueblo originario Tupi Guaraní. Vivimos en el País Vasco, él también es músico y es del mundo de la farándula, nos conocimos haciendo teatro. Los dos somos artistas… supervivientes (risas).
- ¿Qué te enamoró de tu pareja?
- Me enamoró que es un tipo muy auténtico, que también defiende su cultura. Empezamos compartiendo estas inquietudes y el mundo del arte. Y ahí vamos, avanzando poco a poco…