Luego de haber contado que está muy feliz en pareja y que decidió que no quiere convertirse en mamá, Ingrid Grudke tomó una decisión que cambia su rumbo laboral y la anunció con ilusión.
La modelo se convirtió en heladera. Sí, abrió su franquicia de una reconocida marca de helados y se puso al frente de su local con la motivación de "vender los mejores helados del mundo" a cuestas.
"Decir heladera suena despectivo pero para mí es una empresa muy seria y multinacional, pretende ser el helado más importante del mundo", adelantó en diálogo con Juan Etchegoyen en Mitre Live.
"Me interesó meterme en ese mundo y yo hice perito mercantil en el colegio así que algo de números sé"
"Me interesó meterme en ese mundo y yo hice perito mercantil en el colegio así que algo de números sé. Me gusta desafiarme, acá ya dicen ‘la heladería de Ingrid’ y por supuesto me ven ahí, estoy acompañando a los empleados que trabajan ahí",
Y contó cuál es su rol en la heladería, que queda en Misiones, su provincia natal: “Estoy en el detalle de que todos se sientan importantes y no se sientan solo empleados. Observo a cada uno que esté bien con lo que hace y el público que vino hasta ahora se fue conforme con la atención y lo rico que son los helados".
POR QUÉ INGRID GRUDKE SE ANIMÓ A PROBAR SUERTE EN EL MUNDO DE LOS HELADOS
Ingrid contó el motivo de este cambio: “Yo siempre me desafío y me genera mucha adrenalina. Soy una modelo internacional que trabajé en todo el mundo y volví a apoyar a la provincia".
"Me gusta desafiarme, acá ya dicen ‘la heladería de Ingrid’ y por supuesto me ven ahí"
"Acá hay mucho potencial y tenemos libertad, aunque sea difícil trabajar en la Argentina", cerró, motivada.
¡Cambios!