Hace solo algunos días, Inés Estévez escribió un tierno mensaje para su hija menor, Cielo (10), por su cumpleaños: "Antes que se vaya el día. Tu belleza sin par. Tus mil vidas en una. Tus diez años. Tus nueve a mi lado. Tu férrea almita. Tu lucidez. Tu valentía. Tu fuerza. Tu humor. Tu personalidad. Feliz cumpleaños, Cielo. Cielito lindo. Hija".
Sin embargo, no todo fue alegría en el festejo. Y la actriz lo compartió en su cuenta de Twitter: "(Mi hija) Durmió 4 horas, yo dos y media, tuvo convulsiones por la mañana, por la tarde festejó su cumpleaños y no se duerme. Se levanta cada 5 (sí, cinco) minutos con un juguete diferente. (Todos los que hacen ruido. Mucho.) Si paso esta noche sin colapsar, ¿me canonizan?".
"(Mi hija) Durmió 4 horas, yo dos y media, tuvo convulsiones por la mañana, por la tarde festejó su cumpleaños y no se duerme. Se levanta cada 5 (sí, cinco) minutos con un juguete diferente. (Todos los que hacen ruido. Mucho.) Si paso esta noche sin colapsar, ¿me canonizan?".
Más tarde, Inés explicó: "El insomnio de la niña era la antesala de una convulsión. Ya está bien y no hizo falta internarla". Además la actriz se explayó: "Que yo tenga insomnio, ok. Pero que lo tenga tu hija de 10 años ya toma otro cariz. Son las 2 am chiques, las 2. Y la otra se durmió a las 22. O sea que a las 7:30 va a estar saltando sobre mi cabeza. Repartite mamasita. Cuarentenaylagarfadetupadre".
En diálogo con Ciudad, hace algunos meses, la actriz había contado un poco más sobre su maternidad de las pequeñas (ambas con retraso madurativo) que adoptó cuando estaba en pareja con Fabián Vena: "No tengo grandes redes de contención. Es algo que me falta. No tengo familia cercana que pueda darme manos. Y por las características particulares de mis hijas, tengo una importante red profesional pero también de amor con los terapeutas que las acompañan. Terminan siendo de la familia. Pero a nivel humano, en el cotidiano no tengo red de contención. Estoy sola y eso no es recomendable. Lo digo en el sentido de que no tengo familia cerca. Tengo a mi hermana que tiene a sus hijos y su historia y cuando puede me da una mano. A mi hija más grande sí la puedo dejar al cuidado de alguien por un rato, pero a la más chiquita no. No es que la puedo dejar con cualquiera en cualquier momento, así que es una tarea bastante singular la mía, no es fácil. No se puede generalizar y no encuadra en ningún patrón habitual de maternidad".