Anotá, Adrián. Tomá apuntes, Sebastián. Mirá esto, Quique. El culebrón del verano sumó un nuevo capítulo, y a esta altura ya podría convertirse en una ficción de Suar, Ortega o Estevanez. ¿El título de la novela? El código del amor. Protagonistas: Barbie Vélez (22), Cande Ruggeri (24) y Tato Pernía. ¿Tato qué? Pernía, el muchacho por el que la amistad de la actriz y la modelo quedó en jaque... ¿mate?
Mucho se habló del motivo de la pelea entre la actriz y la modelo durante sus vacaciones en Punta del Este, que las llevó a que se volvieran antes de tiempo a Buenos Aires -cada una por su lado- y a que la hija de Nazarena dejara de seguir a la hija del Cabezón en las redes sociales. Y más allá de la tibia desmentida de Barbie, y de que haya vuelto a seguir a Cande en Twitter e Instagram, todos los caminos conducen a un muchacho: Tato Pernía, un joven empresario Sub 30, recientemente separado, dueño de un local de venta de celulares y accesorios en el microcentro porteño.
Tal como contaron días atrás en Los Ángeles de la Mañana, en diciembre de 2016 Barbie y Cande habían conocido al chico en su comercio, invitadas (por separado) a llevarse algún celular a muy buen precio, a cambio de una foto de ambas diosas para publicar en la cuenta de Instagram del local.
En diciembre de 2016, tanto Cande como Barbie pasaron por el local de celulares de Tato Pernía en el microcentro.
Hasta ahí, nada raro. Pero luego llegaron los hechos que Ciudad.com pudo reconstruir a través de testigos y allegados.
Barbie y Tato comenzaron a chatear por mensajes privados de Instagram, pegaron buena onda y se vieron antes de fin de año. Quedaron en volver a salir. Y el destino (ponele) quiso que el muchacho viajara a Punta del Este para recibir el 2017, justo adonde estaba Barbie Vélez, compartiendo vacaciones y trabajo (por algunas presencias pautadas) con Cande Ruggeri, quien (por supuesto) sabía todo lo que pasó entre su amiga y el vendedor de celulares. ¿Y saben qué? Barbie, Cande y Tato coincideron en una fiesta privada, en una casa con un enorme jardín.
En un momento de la noche, a las chicas se les ocurrió jugar al fútbol tenis (?). Cande invitó a Tato (a ponerse de su lado) y Barbie hizo dupla con otro chico. Los testigos cuentan que los festejos de los puntos de Ruggeri con Pernía eran muy efusivos, lo que molestó a Vélez. Para colmo, luego Cande se lastimó el pie y Tato fue a socorrerla... Al ver esa escena, Barbie abandonó el juego. Y al volver al jardín, se habría encontrado con su amiga besándose con el chico que le gustaba (y con el que había estado en Buenos Aires). Nuevamente los testigos cuentan que Cande le pidió perdón a Barbie y le habría echado la culpa a las burbujas del champán. Pero ya era tarde. Al día siguiente, la joven actriz estaba adelantando su pasaje de vuelta a la Argentina.
"Estuvimos en Punta del Este, en lo de un amigo. Sé que tuvieron una discusión, pero no fue por mí. Nada que ver. Yo estaba, pero nada que ver conmigo. Discutían por cosas de ellas, por unas fotos que no iban a hacer", le dijo Tato Pernía a Andrea Taboada, panelista de LAM. Las fotos que no iban a hacer eran las de un acto de presencia que Vélez canceló en el mismo momento en que se encontró con ese cuadro novelesco en el jardín. Luego llegó el unfollow de Barbie a Cande en Twitter e Instagram y el escándalo llegó a los medios.
QUÉ PASÓ DESPUÉS
Con la historia recorriendo los programas, portales y revistas de espectáculos, Barbie volvió a seguir a Cande en las redes y compartieron un desfile en Mar del Plata. Pero la relación hoy sigue rota.
Lo que nadie se imaginaba, pero Ciudad.com pudo confirmar con allegados, es que después del escándalo, Barbie Vélez volvió a chatearse con Tato Pernía... ¡y se vieron nuevamente en Buenos Aires! "Están muy bien juntos. A ella le gusta en serio Tato, por eso se había puesto tan mal cuando vio lo de Cande. Lo que pasó, pasó. Por ahora no son novios, pero se ven seguido", le contó a este sitio una íntima de la actriz. Tan bien se los ve juntos, que el miércoles fueron a cenar a un restaurante porteño. "Para evitar las fotos de curiosos, les cerraron la terraza para ellos dos", explica alguien que esa noche también cenó en ese local.
"Puede ser que yo tenga buena onda con Barbie, mejor onda que con Cande, pero no estuve con las dos", había explicado Tato en aquella nota con la panelista de LAM. Ejem...
¿El último datito? Hace una semana, Barbie hizo una campaña de fotos. Y al finalizarla, subió esta imagen a su Instagram, arrobando a dos marcas: la de la campaña... y la de su chico. Un culebrón con todas las letras.
¿Tomaron nota, Adrián, Sebastián y Quique?