Cuando baja la temperatura, nada mejor que tener un chocolate a mano; y si vienen 'de arriba' como ocurre en Bienvenidos a bordo, mejor. Eso es lo que le ocurrió a un taxista que llegó al estudio con ganas de llevarse todos los premios y estuvo cerca de hacerlo.
Leonardo aceptó el desafío de averiguar cuántas golosinas había en seis cajones frente a él y lanzó la cifra de 2408 unidades. Al ritmo de Black Dog de Led Zeppelin, Guido Kaczka exclamó '¡yo no lo puedo creer!'.
Acto seguido, le concedió el primer premio al taxista, que corrió a abrir el baúl para que el asistente Bautista lo llenara con los dulces. "Llego de trabajar y mi hijo me mete las manos en los bolsillos. Me pregunta '¿qué me trajiste?' y me revisa por todos lados hasta que encuentra la golosina que le llevo", explicó el chofer.
Pero no se quedó ahí el taxista, que respondió una pregunta tras otras hasta que logró hacerse con 20 mil pesos que le entregó en mano Hernán Drago. Finalmente, Leonardo intentó sacar el lingote plateado, pero no le fue posible; aunque se fue contento a casa con un botín con el que su hijo estará más que contento.