Cada gala de Cantando 2020 es una enorme oportunidad que se le abre a Tyago Griffo (28) de demostrar que, más allá de las polémicas en las que queda envuelto por la verborragia (¡y simpatía!) de su madre, Gladys La Bomba Tucumana (55), él es un artista de verdad. Y alguien que también lo sabe muy bien es su padre, Ariel Griffo (55), un cantante retirado con enorme popularidad en el interior del país.
Hombre de perfil bajo y esquivo a las peleas mediáticas, está en pareja con Carina hace 20 años y no volvió a tener hijos. Alejado de los escenarios, Griffo es un empresario ecléctico que se las rebusca como pocos. “Tengo una agencia de autos, distribuyo calzados, tengo un complejo de cabañas y también tengo una plantación de azafrán en un campo aledaño. El oro rojo, como le dicen, ja”, contó en una entrevista con Ciudad.
"Tuve un poco que ver con que a mi hijo le digan Tyago. Porque cuando grabó los temas de cumbia con José Luis Gozalo nos pareció que estaba bueno el nombre artístico Tyago. Tenía que tener un seudónimo”.
Eso sí, no dudaría un segundo en viajar a Buenos Aires para apoyar a Tyago y Gladys desde el estudio en caso de que la situación sanitaria lo permita, y ellos avancen hasta las instancias finales.
Detrás de escena, Ariel influye tanto o más que Gladys en la carrera de su hijo, al punto que hasta fue él quien le puso el nombre artístico. “Con Gladys le pusimos Santiago porque con ella nos conocimos en Santiago del Estero, yo tenía un amigo que se llamaba Santiago y en ese momento no había tantos Santiagos. Y yo también tuve un poco que ver con que le digan Tyago. Porque cuando grabó los temas de cumbia con José Luis Gozalo nos pareció que estaba bueno el nombre artístico Tyago. Tenía que tener un seudónimo”.
Con extrema cautela para eludir discusiones con la Bomba, Griffo además reivindicó su rol como padre: “Gladys dice que crió sola a Santiago, pero yo siempre fui un padre presente. Con la distancia de Tucumán a Córdoba. Pero ya saben cómo es Gladys, por cómo habla hay cosas que se interpretan como que no estuve presente, pero toda mi vida estuve presente. Es más, todas las vacaciones Santi venía conmigo. Pero no quiero entrar en esas disputas, aunque sé que esto es lo que vende, yo no soy mediático”.
"A Tyago lo veo con mal con lo mediático. Mi consejo es que no se enoje, porque el que se enoja pierde. Siempre le digo que no se enoje, pero se le transforma la cara, pobrecito".
-¿Cómo es la relación actual con Gladys?
-Estoy feliz porque tengo una buena relación con Gladys y con mi hijo. El vive en Córdoba capital, a 15 cuadras de mi casa. No tengo problemas con ellos. Al contrario. Me pone muy feliz que los dos estén pasando este lindo momento.
-Hagamos historia. ¿Cómo conoció a Gladys?
-La conocí a Gladys cuando yo era un cantante famoso y ella era medianamente conocida como Gladys Moreno. En ese momento yo era la figura de la noche en la fiesta por el Día de la Madre en Villa Nueva Esperanza, en Santiago del Estero, en el medio del campo. Nos conocimos en 1989 en esa kermés. Después yo la frecuentaba porque viajaba mucho a Tucumán, quedamos contacto, decidí quedarme una semana allá, prosperó la relación.
-¿Cuánto pasó hasta que arrancaron la convivencia?
-Al muy poquito tiempo, a eso de los 9 meses, ella se vino a vivir a Córdoba conmigo, porque ella no iba a cantar más. Y justo en ese momento su representante nos dijo de hacer una gira por Buenos Aires para poder juntar plata para nuestro casamiento. En ese momento, los Kirovsky, los dueños de Fantástico Bailable le propusieron que haga un disco. Todo fue una bola, porque nos casamos en 1990, grabó el disco de La Pollera Amarilla con Héctor Nieves y mis músicos del grupo Chunchulas. Fue una cosa que ni ella ni yo paramos de trabajar nunca. Se le dio con una velocidad bárbara.
"Yo llevaba a Tyago todos los fines de semana a Pasión de Sábado. Salíamos a las 6 de la mañana desde Córdoba y a las 6 de la tarde estábamos de nuevo en la provincia".
-¿Por qué se divorció de Gladys?
-Yo trabajaba por mi lado y ella iba de gira por el suyo. La convivencia era difícil porque nos veíamos dos o tres veces por semana. Ella viajaba para un lado y yo para el otro. Hasta que la pareja se hizo insostenible y yo abandoné mi carrera como cantante y la acompañé casi dos años, poniéndole el hombro a su trabajo. Después de que fuimos a México a participar del programa de Verónica Castro, el representante de Gladys juntó un dinero, compró un lote e hizo una bailanta en Tucumán y como le debía plata lo pusimos de socio. Y como no viajaba ni quería hacer nada, nos separamos y viajaba yo, que manejaba mi carrera y la de Gladys. No me acuerdo bien la fecha en que me divorcié de ella, pero fue tipo 1998.
-¿Llegaron a tener problemas judiciales?
-No, fue todo bien. Siempre mantuvimos una buena relación por Santi, nunca hubo reclamos por la manutención. La división de bienes la hicimos de común acuerdo. Yo le dejé a Gladys la casa donde vive porque era la madre de mi hijo y vivía con él.
"No tengo ninguna clase de problemas o complejos con que sea gay. Que sea lo que él siente y le gusta, que viva como quiera vivir".
-¿Cómo se lleva con Tyago?
-Bien, nada más que él ya está grande y le gusta ser independiente. Pero tenemos la mejor relación.
-Como cantante retirado y exrepresentante de Gladys, ¿cómo lo ve a su hijo como artista?
-La verdad que muy bien. Santiago empezó cantando como Santi, yo lo llevaba todos los fines de semana a Pasión de Sábado. Salíamos a las 6 de la mañana desde Córdoba y a las 6 de la tarde estábamos de nuevo en la provincia. Eso durante tres meses. Y le fue muy bien. Solo que después suspendió una gira porque perdió un colectivo y medio que se desarmó todo. Ahí vino a Córdoba a pasar conmigo a pasar un fin de semana. Justo yo había comprado una bailanta, y Marcos Farías, un representante famoso acá, le echó el ojo y armaron el grupo Kimbara. Lo veo con muchas condiciones, y no porque sea mi hijo. Es buen cantante y tiene un oido privilegiado. Uno conoce del rubro y él tiene todas las condiciones.
-¿Cómo lo ve a su hijo en medio de las polémicas en el Cantando?
-A él no le gusta eso, le hace daño. Lo veo con mal con lo mediático. Mi consejo es que no se enoje, porque el que se enoja pierde. Siempre le digo que no se enoje, pero se le transforma la cara, pobrecito. No le gusta lo mediático como a mí, ni las injusticias o que tergiversen los dichos. Pero no es fácil tener cintura mediática.
-En su momento se hablaba de manera repudiable sobre la sexualidad de Tyago, ¿qué le pasa cuando escucha que se debate al respecto de la intimidad de su hijo?
-Imagínense cómo me pongo cuando hablan sin argumentos ni fundamentos. Pero son estupideces. Obvio que la gente me comenta “¿viste lo que dijeron de tu hijo?”. Pero qué quieren que haga, uno no se puede pelear con la gente mala, sino habría que pelearse con el mundo porque la mitad del mundo es malo. Son tonterías, y sobre su sexualidad, que sea lo que tenga que ser. No tengo ninguna clase de problemas o complejos con que sea gay. Que sea lo que él siente y le gusta, que viva como quiera vivir.
"Con Tyago hablamos de hacer algo también, porque yo soy muy conocido en Tucumán, y pensamos en hacer recitales junto a Gladys".
-¿Lo ve feliz a Tyago?
-Sí. Él mientras trabaja está feliz. Y esto le vino muy bien. Gracias a Dios que se dio esto porque su rubro está muy perjudicado.
-¿Le gustaría poder hacer un show junto a Tyago y Gladys sobre el escenario?
-Sí. Hace como un año atrás hicimos como 12 recitales con Gladys en Tucumán. Con Tyago hablamos de hacer algo también, porque yo soy muy conocido en Tucumán, y pensamos en hacer recitales junto a Gladys. No habría problemas con eso.
-¿Cuánto lo consulta Tyago en la vida cotidiana?
-Tenemos muy buena relación. A él no le gusta que le digan las cosas que tiene que hacer, pero conmigo tiene otro trato. Yo le hago comentarios cuando lo veo con dudas, o de metido que soy le digo que cante de tal forma o diga tal cosa en los medios. Como es mi hijo soy medio metido, y que haga la mitad o menos de todo lo que le digo. Pero siempre estoy con él, pero yo tengo más experiencia que él, por eso siempre se lo digo.
"Gladys siempre fue una leona en lo que hacía, ya sea cocinando o cantando. Es por eso que llegó donde llegó. Gracias a Dios conmigo nunca fue combativa".
-¿Gladys siempre tuvo ese temperamento tan fuerte?
-Siempre fue una luchadora en todos los aspectos de la vida. Como madre, ama de casa, como mujer, trabajadora, cantante. Siempre fue una leona en lo que hacía, ya sea cocinando o cantando. Es por eso que llegó donde llegó. Gracias a Dios conmigo nunca fue combativa. Pero tiene su carácter frontal ante las injusticias, y sí, es peleadora con la boca. Verbalmente es combativa.
-¿Qué piensa de los que dicen que Gladys solo tuvo un éxito en su carrera?
-La gente habla por hablar y no tienen idea de los kilómetros que hicimos juntos por el país. Siempre digo que hicimos más kilómetros que vialidad nacional. Nos pelamos el lomo y llevamos su música hasta el último hueco del país, y yo también con mi música. Ella tiene millones de excelente temas, nada más que la gente no entiende que es difícil. A Ricky Maravilla lo conocen por Qué tendrá el petiso, ¿pero qué otro hit le conocen? Ninguno, porque fue el más fuerte, fue el que más pegó. Lo mismo le pasó a Sebastián con Movidito movidito. Son hits que después no se pueden superar con nada, pero porque son temas fenómenos. O La Mona Jiménez con Quién se ha tomado todo el vino, y después todos los temas fueron menos furor.