El abrazo del alma que se dieron Diego Maradona (57) y Guillermo Coppola (70) marcó la reconciliación de una mítica dupla que hizo historia. El momento de íntima fraternidad se dio en la previa de la agónica victoria por 2-1 de Argentina frente a Nigeria, dentro del estadio Krestovski de San Petersburgo.
Todavía conmovido por el reencuentro con el que hizo las paces con Maradona, Coppola reveló los detalles en diálogo con Guido Kaczka, Claudia Fontán y Marcela Tauro para No está todo dicho, el programa de La 100 para el que realiza la cobertura del Mundial de Rusia 2018. “Estábamos en el hospitality y me dijeron que pasó Diego con cara de pocos amigos. Nosotros estábamos en el box 38 y él en el 45. Encaré y fui, a suerte y verdad. Abrí la puerta y él estaba frente a esa puerta con dos amigos que yo conocía. Se sorprendió al verme, pero le vi su cara y no hubo palabras. Solo un fuerte abrazo, mucha lágrima y emoción total. Inmensa. Un abrazo, que a pesar de haberlo hecho el día que falleció su papá en el velatorio, nos debíamos este, y afortunadamente y gracias a Dios, se produjo”, reveló Guillermo.
"Encaré y fui a suerte y verdad. Abrí la puerta y él estaba frente a esa puerta con dos amigos que yo conocía. Se sorprendió al verme, pero le vi su cara y no hubo palabras".
Luego, el exrepresentante del Diez recordó el anterior abrazo en ocasión del velatorio de Don Diego, hace tres años: “En un momento como ese, no pudimos expresar lo que ayer sí nos expresamos. Yo digo que uno no puede pasar la vida sin cumplir los sueños y yo sigo cumpliéndolos, gracias a Dios, que me permitió ese abrazo, esas lágrimas de ambos. Un abrazo profundo y sentido de ambos, donde nos dijimos lo que sentíamos cada uno, el amor que nos teníamos".
Más tarde, Coppola explicó con picardía el contenido de la charla que tuvo con Maradona: “Le dije que lo amaba y él me dijo que nunca dejó de amarme. Era una novela, porque lo vivimos así, con esa emoción y sentimiento puro. Y nada… hubo que lidiar 50 segundos, un minuto de abrazo y lágrimas, hasta que después nos pusimos a conversar de cómo estaba yo, cómo estaba él, cómo me veía él a mí. Diego siempre tirando algún palito. Me dijo que me vio bien, pero más viejo, y le dije que sí, que los años pasan... Pero fue un muy lindo encuentro. Yo le dije que lo veía bien, que estaba muy bien. Él se emocionó mucho, fueron 40 minutos. Después nos fuimos a nuestro box y él se quedó en el suyo”.
"Le dijo que lo amaba y él me dijo que nunca dejó de amarme. Era una novela, porque lo vivimos así, con esa emoción y sentimiento puro. Y nada… hubo que lidiar 50 segundos, un minuto de abrazo y lágrimas, hasta que después nos pusimos a conversar de cómo estaba yo, cómo estaba él, cómo me veía él a mí".
“Quedamos en que íbamos a comer juntos en Moscú. Pero esto ya está, esto es como el cierre de una pareja que se ama profundamente y que lo pudimos expresar. Siento que eso es lo más importante del encuentro, que algún día se terminará el recorrido que estoy haciendo en esta vida y me llevo ese abrazo, porque era lo que me faltaba… (N. de la r.: llora) Veremos cómo sigue, lo importante era darle ese abrazo. Lo necesitaba”, concluyó Guillermo Coppola sobre su relación con Diego Maradona.