En 2002 el apodo Tripa se convirtió en uno de los más mencionados por los adolescentes. Mambrú, grupo pop surgido del reality Popstars (Telefe), era un éxito total y Germán "Tripa" Tripel (35) casi no podía caminar por la calle y vivir una vida normal.
Pero tras poco más de tres años, la banda se disolvió y sus integrantes pasaron de ser estrellas a convertirse, con el tiempo, nuevamente en anónimos.
El cantante, que ahora formó su banda musical llamada con su mujer Florencia Otero (con quienes son padres de Nina), estuvo en Perros de la Calle, el programa radial conducido por Andy Kusnetzoff en FM Metro, y contó más de su experiencia.
"Cuando terminó Mambrú me seguían invitando a eventos pero yo pensaba '¿qué hago acá en vez de estar haciendo algo por mí?'. Y encima, lo peor de todo era que el prejuicio seguía. Entonces, lo bueno se había ido y lo malo quedaba. Me llamaban para hacer notas y una vez dije, en Clarín, que 'Mambrú era una mierda'. Estaba enojado con eso de que nos hubieran largado así. Pensaba que para subir nos habían dicho todo, que no digamos que teníamos novia, que no podíamos estar con las chicas de Bandana, todo. Y ahora para bajar 'hacete mierda solo'. Me daba bronca eso y es lo único que critico del proyecto".
"Gustavo Yankelevich, que era quien creó el grupo, nos juntó y nos dijo: 'Yo soy el dueño de un avión, si dejo de manejarlo esto se choca. Lo que les doy es la marca Mambrú, váyanse a México y vuelvan con todo el éxito. Después tuvimos una reunión entre nosotros y dijimos 'sin Gustavo no podemos'. O sea, es el tipo que trajo a Los Simpson a la Argentina y todos se le reían... Bueno, yo quise mantener mi vida como la tenía, seguí viviendo en Las Cañitas, en un departamento que me habían alquilado, pero que ahora tenía que pagarme yo. Duré seis meses. Se me complicaba pagarme el alquiler porque no tenía un laburo tangible, no cobraba un sueldo. Pensé '¿y ahora qué hago?' La disyuntiva era que yo no era músico, tampoco cantante, no había estudiado nada", comenzó Tripa.
"En lo único que era bueno o me sentía bueno era haciendo deporte y quise volver al profesorado de Educación Física, que me quedaba un año para recibirme. Pero finalmente siempre me terminaban llamando para hacer algo. Pablo Granados, por ejemplo, para No hay dos sin tres. Ahí me empecé a foguear, a estudiar teatro con la mamá de Leo Sbaraglia, tomé clases de canto y me empecé a concetrar más en eso, lo que hizo que se diluya el tema de la Educación Física", agregó.
Tripel, entonces, contó lo más traumático de su historia: "Antes de eso, tuve dos años de depresión cuando me fui de Las Cañitas. No sólo porque no podía pagar el depto, sino porque me acostaba vestido y me despertaba desnudo en una esquina y ahí dije 'algo pasa'. Tenía como ataques de fobia, no quería estar con gente y encima estaba solo, ya no tenía a mi novia... Estaba solo, solo, solo. Volví a lo de mis viejos, que tenía mi habitación, todo. Mi vieja estaba feliz, me compró una perra que era mi compañía y yo estaba todo el día tirado en el sillón con ella. Lo que me pasaba, por ejemplo, era que me invitaban a lugares y me cruzaba con gente que ya no me saludaba. Ya no era la atracción y me empecé a ver en un mundo como sucio. Pensaba '¿qué hago acá en vez de estar haciendo algo por mí?'. Y encima, lo peor de todo era que el prejuicio seguía. Entonces, lo bueno se había ido y lo malo quedaba. Me llamaban para hacer notas y . Estaba enojado con eso de que nos hubieran largado así. Pensaba que para subir nos habían dicho todo, que no digamos que teníamos novia, que no podíamos estar con las chicas de Bandana, todo. Y ahora para bajar 'hacete mierda solo'. Me daba bronca eso y es lo único que critico del proyecto".